MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras ha denunciado una crisis humanitaria en la República Democrática del Congo (RDC) en las regiones del este del país, zonas como Ituri y los Kivus, donde los grupos armados continúan atacando a poblaciones civiles y sobre todo en la capital, Kinshasa, donde "un débil Gobierno de transición" ha sido incapaz de mejorar la devastadora situación en el país.
Según Médicos sin Fronteras, Ituri es el la región epicentro de la violencia, y el lugar donde sus equipos sanitarios de llevan varios meses asistiendo a miles de personas en una localidad que ha duplicado su población debido a la llegada de miles de desplazados que han huido a esa zona del país a causa de la violencia.
El pasado mes de enero, los combates en la zona obligaron a decenas de miles de personas a regufiarse en los bosques colindantes lo que forzó a MSF a lanzar una inernvención de emergencia en los capos de desplazados situados en las tierras altas de gina y Tche, y a las orillas del lago Albert, en los campos de Tchomia y Kakwa, llegando incluso a intervenir para contener un brote de cólera. En la región de Katanga, situada en el sureste del país, la situación de inseguridad se incrementó desde finales del pasado año a raíz de un operativo militar del ejército congoleño en la zona en contra de los grupos armados locales conocidos como Mai Mais. Es un capítulo más en la historia de un conflicto que continúa, a pesar de la firma de los acuerdos de paz que dieron fin en 2002 a una guerra que había dejado más de 3 millones de muertos en seis años.
En Katanga, a mediados de este años se contabilizaba un número aproximado de desplazados que ascendía a las 92.000 personas, según Médicos Sin Fronteras. Todos ellos son blanco de las agresiones de los grupos armados, además de sufrir la falta de alimentos, de abrigo (sus hogares suelen ser destruidos) y de asistencia médica. Para la organización, "esto no es nuevo, ya que desde el año pasado MSF ha venido alertando sobre los resultados de diversas encuestas sobre la situación sanitaria en Katanga en los que destacaban unos índices de mortalidad (más de 5 por 10.000 al día en algunas zonas) que superan con creces a los del umbral de un emergencia (que se sitúa en 2 por 10.000 al día)".
A finales de Enero, la crisis humanitaria de RDCongo fue tratada durante la reunión previa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas donde MSF estuvo presente para exponer la crítica situación de Katanga, después de que los equipos en la zona recogieran en un informe titulado En Busca de Seguridad: Desplazamientos Continuos de Civiles en el centro de Katanga, los testimonios de las víctimas de la población civil a las que atienden.
La malaria, la desnutrición y las barreras existentes para el acceso a los servicios de Salud (gran parte de la población tiene que pagar por recibir atención) son parte de las causas para que la mortalidad sea tan elevada en RDCongo.
Se trata de una emergencia que está detrás de un discurso oficial que habla de una "transición democrática en medio de una situación normalizada" en espera de la segunda vuelta de las elecciones de este próximo 29 de Octubre. MSF ha urgido numerosas veces a las autoridades nacionales e internacionales a que, sin menoscabo de los proyectos de desarrollo ni de los esfuerzos que conlleva el período de transición, se atienda urgentemente la enorme crisis humanitaria que causa la mortalidad y la violencia que sufre la población del Este de RDCongo.
VIOLENCIA SEXUAL "IMPRESIONANTE" Y EXPLOSIÓN DE ENFERMEDADES
Además, MSF afirma ser testigo de "los alarmantes niveles de violencia sexual" en la región de Ituri. Según la organización, miles de mujeres y niños y algunos hombres, han sido víctimas de violaciones dentro de una "vorágine de violencia".
Según las cifras recogidas por la organización, más de 3.500 pacientes han sido tratados por violación o actos de violencia sexual en el hospital de Médicos sin Fronteras, en Bunia, desde junio de 2003. Cerca de 40 jóvenes y mujeres violadas buscan ayuda en el hospital cada semana, pero sin embargo, MSF denuncia que muchas de ellas no tienen acceso a los centros de tratamiento "debido a los elevados niveles de violencia en la zona".
Esta violencia se extiende a las regiones de Kivu norte y Kivu sur. En ambas localidades, los equipos de Médicos sin Fronteras han atendido a cerca de 98.200 personas durante 2004. La organización destaca el caso de poblado de Kanyabayonga, situado en esta región localizada en la frontera con Ruanda y Uganda, donde toda su población se vio obligada a abandonar sus hogares ante la llegada de las milicias el pasado mes de diciembre.
Finalmente, MSF también enfoca sus esfuerzos en la contención de enfermedades. Los equipos sanitarios de Médicos Sin Fronteras han organizado clínicas móviles en toda la región y han respondido a los brotes de cólera declarados en Virunga Park, Goma y Buhimba, pero a veces no es suficiente ante otro tipo de enfermedades tratables, pero letales cuando el centro de salud más cercano se encuentra demasiado lejos.