SANÁ, 1 Abr. (Reuters/EP) -
Las autoridades de Arabia Saudí han comenzado a deportar a miles de trabajadores yemeníes en cumplimiento de una ley que limita a los extranjeros la movilidad laboral y que, según un asesor de la Presidencia de Yemen, afectará "de forma significativa" al envío de remesas.
De los 25 millones de personas con nacionalidad yemení, en torno a 2 millones trabajan en el extranjero, la mitad de ellos en la vecina Arabia Saudí. Estos expatriados envían cada año a su país unos 2.000 millones de dólares (1.550 millones de euros) en remesas.
Arabia Saudí ha incrementado la vigilancia entre los trabajadores foráneos. En los últimos días, el Ministerio de Trabajo ha aumentado los registros a empresas para castigar a quienes no tienen todo en regla. Una regulación de reciente aplicación limita la movilidad de los trabajadores extranjeros, que desde hace diez días sólo pueden trabajar para quienes figuran en su visado laboral.
El asesor de la Presidencia de Yemen Rajé Badi ha advertido, en declaraciones a Reuters, de que esta medida "causará un daño significativo a la economía yemení", ya que los expatriados representan un eje fundamental de la economía nacional. Según Badi, las nuevas leyes saudíes afectarán a más de 200.000 personas.
Las autoridades yemeníes se han puesto en contacto para instar a las saudíes a "rectificar" sus políticas, pero el Ministerio de Defensa de Yemen ha cifrado en 2.000 el número de deportaciones diarias.
Un trabajador expatriado citado por el Gobierno yemení ha denunciado las "condiciones humillantes" a las que les someten ahora los empresarios, que chantajean a sus empleados incluso obligándoles a renunciar a parte de sus salarios.
