LA MECA (ARABIA SAUDI), 12 (EP/AP)
Al menos 110 personas, según responsables médicos, perdieron hoy la vida y más de 1.000 resultaron heridas en una avalancha humana en la Meca, durante los ritos de la última jornada de la peregrinación anual musulmana a La Meca.
La avalancha se produjo cuando decenas de miles de peregrinos, que acudían a participar en el rito del diablo --representado por tres columnas en un lugar llamado Al Jamarat-- empezaron a tropezar con las bolsas y los equipajes, provocando una aglomeración, según la televisión estatal.
"Oí gritos y miré a mi alrededor, y vi a la gente saltando, unos por encima de otros. La Policía vino y acordonó el área, y empezaron a sacar cuerpos y a apilarlos. No pude contarlos, eran muchos", relató un testigo, el peregrino egipcio Suad Abu Hamada.
Las imágenes de las televisiones muestran filas de fallecidos tendidos en la calle y tapados con mantas. Al Jamarat es un cuello de botella para las multitudes que acuden cada año a La Meca. Este rito ha sido ya escenario de otras estampidas mortales. En 1990 murieron 1.426 personas y en febrero de 2004 murieron 244 en otra avalancha.
La peregrinación o 'Hajj' de este año se había visto ya ensombrecida por el derrumbamiento de un edificio usado como hospedaje por los peregrinos en la ciudad de La Meca el 5 de enero, que dejó 76 muertos.
Un portavoz del Ministerio de Interior saudí, Mansur al Turki, explicó que la avalancha se produjo cuando los peregrinos corrían para cumplir con el ritual de lapidación antes del anochecer y algunos tropezaron con los equipajes.
Las columnas que representan al diablo están colocadas sobre un gran puente peatonal, de una anchura equivalente a una autopista de ocho carriles, a las afueras de la ciudad santa de La Meca. La avalancha se produjo en la base de la rampa de acceso.
Según la televisión estatal, las víctimas proceden en en su mayoría del sur de Asia. En la peregrinación de este año participan 2,5 millones de peregrinos, y las autoridades saudíes han tratado de mejorar y ampliar los accesos para evitar las aglomeraciones. Varios líderes religiosos han emitido edictos permitiendo que el ritual comience antes del mediodía, como era tradicional, para intentar que la concentración de fieles sea menos intensa.