DACCA, 8 Ene. (Reuters/EP) -
Tres personas han muerto este miércoles en Bangladesh en el marco de las protestas por el primer aniversario de las polémicas elecciones del año pasado, aumentando a siete el número total de fallecidos por este aniversario.
A última hora del miércoles, dos personas murieron tiroteadas en medio de un enfrentamiento entre manifestantes y policías en el distrito de Noakhali, en el sur del país asiático, según ha informado el cuerpo de seguridad.
Aunque no está claro quién realizó los disparos que acabaron con la vida de estas dos personas, el opositor Partido Nacionalista Bangladeshí (BNP) ha asegurado que las víctimas eran simpatizantes suyos. La Policía, en cambio, sostiene que eran transeúntes.
En un incidente separado, la Policía ha informado de que otra persona ha muerto al ser atacada por supuestos detractores del Gobierno mientras viajaba en un 'rickshaw' por el distrito de Sirajganj, en el centro de Bangladesh.
A ello se suman las cuatro personas que murieron el lunes durante las protestas para conmemorar el primer aniversario de las elecciones que dieron lugar a la actual crisis política. El BNP boicoteó estos comicios y su líder, Begum Khaleda Zia, instó a la primera ministra, Seij Hasina, a dimitir, algo que no ha hecho.
La Policía ha iniciado una investigación por un supuesto delito de sedición contra el hijo y sucesor virtual de Khaleda, Tareque Rahman, al que acusa de hacer declaraciones excesivas, como calificar al líder fundador de Bangaldesh y padre de Hasina, Seij Mujibur Rahman, de enemigo del país.
Esta decisión llega un día después de que el Tribunal Supremo prohibiera "todas las declaraciones", incluidas las publicadas en la prensa, sobre Rahman. La casa de uno de los magistrados que adoptaron esta resolución ha sido incendiada este jueves.
En este contexto, el primer ministro ha acusado a Khaleda de llamar a un boicot nacional. "Esto no es movimiento masivo. Es terrorismo. Es militancia", ha dicho Hasina en el marco de un seminario en la capital bangladeshí.
Khaleda ha denunciado que desde el pasado fin de semana está confinada en su oficina del enclave diplomático de Dacca. El Gobierno ha negado que la líder opositora esté retenida en contra de su voluntad explicando que se ha limitado a reforzar su seguridad.
