Asedio a los islamistas radicales en la Mezquita Roja de Islamabad

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 6 julio 2007 2:00

ISLAMABAD/MADRID, 6 Jul. (OTR/PRESS) -

Arrecia el asedio a la Mezquita Roja de Islamabad. El Ejército pakistaní dio ayer un ultimátum a los cientos de estudiantes islamistas radicales que seguían atrincherados en la Mezquita de Lal Masjid, en Islamabad, mientras los disparos y las "detonaciones de aviso" para amedrentar a los rebeldes se sucedían en el exterior. El Gobierno de Pervez Musharraf trata de evitar un baño de sangre en el asalto al recinto sagrado, algo que perjudicaría su ya minada imagen, pero con el paso de las horas la irrupción de los militares en el interior de la Mezquita parecía inminente y algunos de sus efectivos realizaron agujeros en el muro para facilitar la entrada al edificio.

Los soldados, utilizando vehículos blindados y helicópteros, tenían rodeada la Mezquita, intentando abrir agujeros en los muros y poder acceder al interior para sacar a los seguidores de Maulana Abdul Aziz, en su mayoría estudiantes, que continúan resistiendo en el interior de la Mezquita Roja de Islamabad. Según el clérigo, detenido el miércoles cuando trataba de huir disfrazado de mujer -ataviado con un burka- unas 700 mujeres y 250 hombres permanecen dentro del templo y más de una decena están armadas con fusiles kalashnikov.

"Si pueden marcharse en paz, deberían salir, o podrían rendirse si quisieran irse", dijo el clérigo en un mensaje a sus simpatizantes que todavía permanecían en el interio. "Después de salir he visto que el asedio es muy intenso. Nuestros compañeros no serán capaces de permanecer así mucho tiempo" añadió. "Nosotros no tenemos militantes, sólo tenemos estudiantes. Si alguien viene de fuera, no tenemos información sobre ello", declaró Aziz, negando a su vez su promesa anterior de entrenar terroristas suicidas en un eventual ataque del gobierno a la Mezquita.

Uno de los fieles que se encontraba dentro de la Mezquita acusó a las tropas de lanzar numerosos morteros que ya han matado, dijo, a 27 alumnas. "Una gran parte de la Mezquita está dañada", explicó Abdul Qayyum. "Aquí hay un caos total. Hay humo por todas partes y el fuego se ha extendido a la habitación donde habíamos dejado los cadáveres", añadió. Sin embargo, el ministro del Interior, Aftab Khan Sherpao, insistió en que no ha habido ningún ataque con morteros y que se están utilizando los helicópteros y las "detonaciones de aviso" en las inmediaciones para acabar con la defensa de la Mezquita e inducir a la rendición a los estudiantes.

"Estamos usando la moderación, según las instrucciones del presidente para que la gente se entregue voluntariamente", explicó. Mientras tanto, Aziz compareció ayer ante un tribunal antiterrorista y ha quedado bajo custodia de la Policía durante siete días y bajo las acusaciones del secuestro de varios ciudadanos chinos y de policías paquistaníes que presuntamente fueron retenidos por los integristas. Aziz ha encabezado durante meses un grupo de oposición al Gobierno de Musharraf -apoyado por EE.UU.- que busca la caída del Ejecutivo actual y la imposición de una teocracia basada en la Sharia (Ley Islámica).

AMNISTÍA

Su hermano, Abul Rasheed Ghazi, lidera a los que aún resisten en el interior de la Mezquita y exige como condición para rendirse que el Gobierno no inicie acciones legales contra ellos, aunque el Ejecutivo ya informó de que únicamente las mujeres y los niños recibirían la amnistía, mientras que los hombres con delitos graves serían juzgados. "Los cargos que pesan contra mí son artificiales y fabricados", aseguró Ghazi en una conversación telefónica con el canal pakistaní 'Geo News', al tiempo que reclamó la amnistía para su madre y su cuñada.

El Ejército rodeó la mezquita el miércoles, un día después de que al menos 16 personas muriesen en los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los activistas armados vinculados a la mezquita que han retado al Gobierno con una campaña para imponer la ley islámica al estilo talibán en la ciudad. Numerosos estudiantes radicales corrieron a refugiarse en la mezquita para continuar la lucha con las fuerzas de seguridad enviadas allí después del secuestro de seis presuntas prostitutas chinas.

El corto secuestro provocó una protesta de Beijing, y resultó ser la gota que colmó el vaso después de seis meses de delitos cometidos por individuos relacionados con la mezquita. En los últimos meses, los clérigos de la mezquita han estado mandando estudiantes de la mezquita a secuestrar presuntas prostitutas y policías de la campaña anti vicio. La lucha comenzó después de que venciese el plazo dado por las fuerzas de seguridad para una rendición total, que finalizaba este mediodía (hora local). Cuatro helicópteros sobrevolaban el área y los periodistas fueron expulsados de la zona.

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