MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente sirio, Bashar al Assad, ha manifestado este domingo su disposición a permitir una implicación de la ONU en el conflicto sirio siempre y cuando se base en los principios de la Carta de San Francisco, el documento fundacional de Naciones Unidas.
Además, Al Assad ha advertido del plan de "partición" de Siria y ha alertado que no se detiene en las fronteras sirias y que forma parte de una iniciativa estadounidense para "imponer su hegemonía" en el mundo. "El plan de partición no es nuevo", ha subrayado. El mandatario sirio ha intervenido en un acto con representantes de los gobiernos regionales y locales celebrado en Damasco y recogido por la agencia de noticias oficial, SANA.
Al Assad ha advertido en cualquier caso que "la Constitución no es objeto de mercadería" en referencia a las propuestas lanzadas para unificar la estructura que lidera Al Assad con la República de Siria del Norte, una iniciativa política federalista que lideran los kurdos del noreste del país.
En cuanto a los refugiados que tuvieron que huir del país debido a la guerra, Al Assad ha hecho un llamamiento al retorno. "Pedimos a quienes han huido de Siria debido al terrorismo, que regresen para participar en el proceso de reconstrucción", ha apuntado, la tiempo que ha advertido de que no permitirá que se utilice el retorno de los refugiados como "baza política".
"Los países donde están los refugiados están obstaculizando su retorno", ha señalado. Además, ha denunciado que la cuestión de los refugiados ha sido utilizada por funcionarios de algunos países patrocinadores del terrorismo y ha sido una fuente de corrupción".
La guerra civil siria comenzó en marzo de 2011 a raíz de la revuelta contra el presidente, Bashar al Assad. Los rebeldes contaron con el apoyo de potencias árabes, mientras que el respaldo de Irán y Rusia ha sido fundamental para que en los últimos meses el Ejército se perfile como la fuerza más poderosa del país.
Ahora las milicias de la oposición se encuentran concentradas en la provincia de Idlib, mientras que en el noreste se ha creado una federación kurdo-árabe respaldada por Estados Unidos.
