Atrapados en Yarmuk, el drama de 18.000 palestinos en Siria

Desplazados en Yarmuk, en Damasco,
FOTOS: UNRWA
Actualizado: miércoles, 4 febrero 2015 13:24

Los padres queman ropa para calentar a sus hijos, a los que no pueden dar la leche y el pan que les piden

   MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El barrio de Yarmuk, en Damasco, era antes de la guerra una zona relativamente próspera que albergaba a la comunidad palestina en Siria. Casi cuatro años después del inicio del conflicto, el área se ha convertido en una trampa para 18.000 personas que malviven atrapadas sin comida y con frío.

   La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) ha lanzado un llamamiento urgente ante el deterioro de la situación en Yarmuk y ha advertido de que la zona está al borde de la "catástrofe humanitaria".

   En 2014, la UNRWA sólo pudo repartir alimentos 131 días, con una media de 89 cajas diarias a pesar de que harían falta al menos 400 para cubrir las necesidades mínimas de la población. Además, no hay electricidad, y la mayoría de los civiles atrapados no pueden acceder a servicios básicos como agua potable, refugio, atención sanitaria o calefacción.

Yarmuk

   Un portavoz de la agencia de la ONU, Chris Gunnes, ha pedido a las autoridades que "faciliten" el reparto de ayuda entre la población civil, toda vez que la situación ha empeorado por la "grave escalada" del conflicto armado.

   En este sentido, ha subrayado que la UNRWA tiene capacidad para distribuir hasta 1.000 paquetes de comida, pero para ello haría falta una mayor colaboración y el "cese inmediato de las hostilidades".

   La situación ha llegado a un punto en el que las familias han tenido que recurrir a quemar ropa para tratar de calentarse. Naciones Unidas ha difundido un vídeo en el que un padre de familia --rodeado de cuatro niños-- cuenta a uno de los menores por qué mete prendas en la chimenea.

   "No tenemos nada para estar calientes, sólo nuestra ropa", cuenta este hombre, que lamenta también que la utilización de estas prendas como fuente de calor supone un foco de enfermedades. Las familias también queman muebles para tratar de sobrevivir al invierno.

Yarmuk

SIN COMIDA NI AGUA

   La UNRWA ha recogido testimonios dramáticos como el de Mahd, incapaz de alimentar sus hijos. "Lo más difícil es cuando se levantan por la mañana pidiendo leche y pan y tengo que darles rábano o alguna verdura, y en ocasiones tampoco hay", ha dicho.

   Otra de las historias recogidas por la agencia es la de Aziz, de diez años, que todas las mañanas tiene que caminar un kilómetro para conseguir agua. Aziz ha explicado que dedica "cinco horas al día" a esta labor, aunque sólo hay agua "disponible" cada cinco días.

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