LONDRES, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los primeros actos de recuerdo de los atentados del 7 de julio de 2005 tuvieron lugar hoy en la estación de metro de Kings Cross, justo a la misma hora en la que hizo explosión la bomba en el tren 311 de la linea Picadilly y que provocó la muerte de 26 personas y cientos de heridos. Al acto asistieron familiares de las víctimas y también las autoridades políticas.
El responsable del sistema de transporte, Peter Hendy, junto al alcalde de Londres, Ken Livingstone, y la secretaria de Cultura, Tessa Jowell, depositaron una ofrenda floral en memoria de los fallecidos en la tragedia.
Esta estación, la de Kings Cross fue el punto de la red de metro en el que murieron más personas. En total, junto a los otros tres puntos en los que estallaron las bombas, fallecieron 52 personas.
El alcalde dejó junto a las flores una nota en la que se podía leer que estaba "orgulloso de Londres y de la forma en la que acturaron los londinenses el 7 de julio". Además señala que "la ciudad debe reconocer el trabajo realizado por los servicios de emergencia" y que tiene la obligación de cuidar lo mejor posible a quienes se vieron afectados por esta tragedia.
En la plaza de Tavistock se celebrará una ceremonia parecida, en la que se dejarán también flores donde hizo explosión el autobús número 30. Además, a las 12 del mediodía se paralizará la ciudad, porque se secundarán dos minutos de silencio en memoria de los fallecidos y se inaugurarán placas de recuerdo en los lugares de la tragedia, en unas ceremonias en las que han sido invitados los familiares de las víctimas.
Posteriormente se celebrará una misa en la iglesia de Saint Pancras para rezar por las almas de las víctimas, por sus familiares y por todas las personas que de un modo u otro se vieron implicados en estos sucesos. El día finalizará con una ceremonia pública en Regent Park, donde se leerán en voz alta los nombres de las personas que perdieron la vida en lo que fue el peor ataque terrorista que ha vivido en Reino Unido.
