LONDRES, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Banco de Inglaterra dio a conocer hoy los nombres de 19 de los 24 sospechosos detenidos ayer en el marco de la operación policial para desbaratar un complot terrorista que pretendía atentar contra aviones comerciales con destino a Estados Unidos, pero hasta el momento la Policía no ha dado detalles sobre quiénes son realmente los detenidos ni su procedencia.
Los componentes de esta lista, de entre 17 y 35 años de edad, tienen todos ellos nombres musulmanes y proceden la mayoría de ellos de Londres, pero el Banco de Inglaterra no da más detalles sobre ellos, a parte del nombre y la fecha de nacimiento.
Sin embargo, el 'Daily Telegraph' apunta a que entre ellos habrían jóvenes británicos bien educados y de clase media nacidos en Reino Unido. Uno de ellos, un británico blanco de unos 20 años de High Wycombe se convirtió al Islam hace sólo seis meses. Según este diario, entre los detenidos figuran el hijo de un ex empleado del Partido Conservador, el hijo de un arquitecto y un contable, así como una mujer embarazada. Algunos estudiaron en la universidad y proceden de familias con propiedades y sus propios negocios.
Por su parte, 'The Independent', que cita fuentes gubernamentales, indica que la mayoría de los detenidos son de descendencia paquistaní, entre ellos mujeres, pero también hay algunos originarios del norte de Africa.
También son pocos los detalles que se tienen hasta el momento de los objetivos y el modus operandi de los integrantes del complot, si bien la prensa local apunta hoy a que estos pretendían introducir a al menos dos suicidas en los aparatos, donde entablarían la bomba compuesta por explosivos líquidos y un detonador.
Según 'The Guardian', cada uno de los al menos dos terroristas que subirían a bordo de los hasta doce vuelos contra los que se pretendía atentar portaría un componente para el artefacto explosivo, que por sí solo parecería inofensivo si esta persona fuera registrada en los controles de seguridad. Una vez que los aviones hubieran despegado, se ensamblarían los materiales para fabricar las bombas.
De acuerdo con las fuentes de seguridad consultadas por el diario, la energía para detonar las bombas se obtendría de 'iPods', ordenadores portátiles o teléfonos móviles, mientras que el resto de componentes irían ocultos en otros objetos inocuos como refresco. Según el 'Daily Telegraph', los explosivos líquidos estarían compuestos a partir de peróxido.
