Bangladesh aumenta los medios para frenar el tráfico ilegal de inmigrantes

DACCA 19 May. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Bangladesh planea reforzar las operaciones de su Guardia Costera para frenar el tráfico de personas y otras actividades ilegales en sus costas, un refuerzo que coincide con la grave crisis de refugiados que se vive en las aguas del sureste asiático.

"Nos hemos comprometido a destinar 4.600 millones de takas (53 millones de euros) a proyectos que fortalezcan a los guardacostas", ha asegurado este martes el ministro de Planificación, Mustafa Kamal, que ha subrayado que reforzar los medios ayudará a frenar el tráfico de personas, la pesca ilegal y el contrabando en el mar. En este sentido, ha detallado que el dinero será invertido en comprar equipos más modernos.

A comienzos de este mes, un equipo de la Guardia Costera de Bangladesh rescató a más de 100 inmigrantes, entre los que se encontraban varios niños, que fueron abandonados por su tripulación en la bahía de Bengala cuando intentaban alcanzar Malasia. Este país, que es una de las economías más prosperas de entre los países del sureste asiático, es desde hace tiempo un destino muy recurrente para inmigrantes ilegales.

Malasia, Indonesia y Tailandia han devuelto o remolcado a los barcos hacinados de inmigrantes lejos de sus costas, en un paso descrito por la Organización Internacional para las Migraciones (IOM) como "un ping-pong marítimo con seres humanos".

Diferentes agencias de la ONU han urgido este martes a los tres países a que refuercen las operaciones de rescate en el mar y detengan sus prohibiciones para que los inmigrantes lleguen a tierra.

Unos 25.000 emigrantes, principalmente rohingyas y bangladeshíes, han intentado salir de sus países en barcos durante el primer trimestre del año, muchos de ellos víctimas de redes clandestinas de tráfico de inmigrantes. Además, cerca de un millar habrían muerto por las precarias condiciones del viaje y la misma cifra por los malos tratos y las privaciones a los que les someten las mafias y traficantes.

Según denuncian varias ONG, en el caso de la bahía de Bengala, los inmigrantes y refugiados reciben solo arroz blanco y son objeto de violencia, con algunas mujeres violadas. Además, los niños son separados de sus familias y objeto de abusos y los hombres son golpeados y lanzados por la borda.