MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El presidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir, describió el lunes como "legítimas" las demandas de los participantes en las manifestaciones que se suceden contra él desde diciembre, que se han reducido desde que decretara el estado de emergencia en febrero.
En declaraciones ante el Parlamento, el mandatario acusó sin embargo a algunos de los manifestantes de destruir propiedades públicas y privadas y alterar el orden público, al tiempo que acusó a ciertas partes de aprovechar las protestas para lograr una "agenda excluyente".
Así, señaló que estos actores, a los que no identificó, han "alimentado el veneno del odio" para llevar al país "hacia lo desconocido", antes de lamentar que ello "ha llevado a la muerte de alguno de los queridos hijos del país".
Hasta la fecha, las autoridades han reconocido la muerte de 31 personas en las manifestaciones, si bien organizaciones como Human Rights Watch (HRW) elevan este balance hasta los 51 fallecidos.
Por otra parte, defendió que, en respuesta a las protestas, el Gobierno ha apostado por "una 'hoja de ruta' para una transición política" fundamentada en un "diálogo amplio dentro de los límites constitucionales", según ha informado el portal local de noticias Sudan Tribune.
"Disolvimos el órgano Ejecutivo y formamos un nuevo Gobierno para llevar a cabo las tareas de emergencia, además de declarar el estado de emergencia", enumeró Al Bashir, quien adelantó que en los próximos días se adoptarán medidas para fomentar el diálogo y preparar al país para el cambio.
El presidente sudanés hizo además un llamamiento a la oposición dentro del país y en el exilio que participe en el proceso de paz, al tiempo que reiteró su compromiso con el mismo.
"Renovamos nuestro compromiso con un alto el fuego permanente y una total y sincera disposición para participar en el diálogo para lograr la paz a cualquier precio", sostuvo el mandatario.
La coalición opositora Llamada de Sudán se retiró en marzo de la 'hoja de ruta' de la Unión Africana para un acuerdo político y de paz en el país debido a que el Ejecutivo no aceptó un acuerdo sobre una tregua humanitaria y aplicar una serie de medidas para fomentar la confianza entre las partes.
De hecho, el líder del opositor Partido del Congreso Sudanés, Omer al Digair, subrayó que el discurso del mandatario ante el Parlamento "está lleno de promesas vacías".
"¿Qué hizo el régimen durante los últimos 30 años de mano dura para descubrir ahora toda la destrucción que necesita ser reparada?", se preguntó, tal y como ha recogido el citado portal.
Asimismo, criticó que el presidente no hiciera mención a la creación de una comisión de investigación para esclarecer la muerte de manifestantes durante las protestas ni a la situación de los presos políticos. "El régimen no tiene soluciones a la crisis actual", remachó.
Al Bashir --en el poder desde que encabezara un golpe de Estado en 1989-- ha responsabilizado en el pasado de las protestas a "agentes" extranjeros y ha retado a sus rivales a tratar de llegar al poder a través de las urnas. Asimismo, ha advertido de que no permitirá ninguna 'Primavera Árabe', en alusión a la ola de protestas que sacudió Oriente Próximo y el norte de África en 2011.
Sobre Al Bashir pesa una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional (TPI) por genocidio y crímenes contra la Humanidad por los presuntos abusos cometidos en la provincia de Darfur. Hasta ahora se ha librado del procesamiento al evitar su detención viajando sólo a países aliados.
