MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir, ha nombrado este jueves al líder del partido gubernamental, Ahmed Harun, como asistente de la Presidencia, tal y como ha recogido la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
La decisión ha llegado cerca de tres semanas después de que Al Bashir delegara sus competencias como líder del Partido Nacional del Congreso en Harun, quien días antes había sido elegido como vicepresidente de la formación.
Harun, quien fue gobernador de los estados de Kordofán del Norte y Kordofán del Sur, está buscado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por su supuesta participación en crímenes de guerra en Darfur, al igual que Al Bashir.
Por otra parte, el presidente ha emitido un decreto prohibiendo el acaparamiento de divisas y la "especulación" con ellas, en medio de la crisis económica que atraviesa el país y las movilizaciones en su contra.
De esta forma, ningún sudanés podrá tener más de un millón de libras sudanesas (cerca de 18.500 euros) fuera del sistema bancario, mientras que las entidades no podrán acumular más de cinco millones de libras (unos 92.500 euros).
Asimismo, ha ilegalizado a través de un decreto de emergencia la falsificación de cualquier tipo de divisa, así como la posesión, transporte o almacenamiento de las mismas o de cualquier herramienta utilizada para falsificar moneda.
La Policía ha empleado gases lacrimógenos durante la jornada para dispersar a cientos de manifestantes en Omdurman, adyacente a la capital, Jartum, según testigos citados por la agencia de noticias Reuters.
Los agentes han empleado además porras para dispersar otra protesta en El Obeid, capital del estado de Kordofán del Norte, donde cientos de personas se han concentrado para protestar contra el mandatario del país africano.
Al Bashir declaró el 22 de febrero el estado de emergencia durante un periodo de un año y anunció la disolución del Gobierno federal y los gobiernos regionales, además de otras medidas adicionales desveladas para hacer frente a la ola de protestas contra él.
Hasta el momento, las autoridades han contabilizado 33 muertos en el marco de las manifestaciones, incluidos dos policías. Grupos de Derechos Humanos estiman en al menos 40 los fallecidos durante estas protestas, las más importantes desde que Al Bashir llegó al poder en un golpe de Estado en 1989.
Al Bashir ha responsabilizado de las protestas a "agentes" extranjeros y ha retado a sus rivales a tratar de llegar al poder a través de las urnas. Asimismo, ha advertido de que no permitirá ninguna Primavera Árabe, en alusión a la ola de protestas que sacudió Oriente Próximo y el norte de África en 2011.
Sobre Al Bashir pesa una orden de arresto del TPI por genocidio y crímenes contra la Humanidad por los presuntos abusos cometidos en la provincia de Darfur. Hasta ahora se ha librado del procesamiento al evitar su detención viajando sólo a países aliados.
