AMBERES (BELGICA), 12 May. (EP/AP) -
Cientos de personas se manifestaron esta mañana de forma silenciosa por la ciudad portuaria de Amberes, un día después de que un adolescente vestido de negro atacara a tiros en el centro de la ciudad a personas no blancas, y matara a una malí de raza negra y al niño blanco que cuidaba, e hiriese a una mujer de ascendencia turca.
El doble asesinato ha suscitado una gran preocupación a nivel nacional de que forme parte de una ola de violencia por motivos raciales.
La Policía hirió al atacante de un tiro en el estómago antes de que pudiera seguir disparando. Fue detenido y acusado hoy de asesinato en un hospital, donde se recupera de las heridas. Se trata de Hans Van Themsche, miembro de una familia que pertenecía al núcleo duro del extremismo ultraderechista flamenco.
"Todos en nuestro país tienen que darse cuenta de lo que puede producir un clima de intolerancia", afirmó el primer ministro belga, Guy Verhofstadt.
Los incidentes violentos contra personas de origen no caucásico han aumentado desde que un joven blanco fuese asesinado el mes pasado para robarle un reproductor MP3. En un primer momento, se aseguró que los asesinos eran norteafricanos, pero finalmente la Policía arrestó a dos sospechosos polacos.
Desde entonces, la televisión nacional ha difundido incidentes de marca racista. "No podría ser peor. Es inconcebible que esto ocurra en la ciudad a plena luz del día", comentó el alcalde de Amberes Patrick Janssens.
Amberes ha sido desde hace tiempo centro de la extrema derecha. El partido Vlaams Belang (Interés Flamenco), que tiene un programa xenófobo, ha crecido durante la última década hasta convertirse en la mayor formación de la ciudad.
Sin embargo, Vlaams Belang condenó los asesinatos. "Nuestro partido está conmovido por los sucesos, que no tienen justificación alguna. Exigimos la pena más severa para el asesino", afirmó el jefe del partido, Frank Vanhecke.
