ROMA, 23 Jun. (EUROPA PRESS/C. Giles) -
El ex presidente del Gobierno italiano Silvio Berlusconi se prepara para su última posibilidad de 'revancha' contra Romano Prodi, en el próximo referéndum de los días 25 y 26 de junio sobre la reforma que cambiará la Constitución para introducir el Federalismo. Berlusconi fue derrotado por Prodi en las elecciones generales de abril y obtuvo un resultado poco positivo en las provinciales y locales de mayo.
Al 'Cavaliere' le queda sólo el referéndum para demostrar su tesis de que el centro derecha representa la mayoría en el país y que en las pasadas generales Prodi ganó gracias a un "fraude". Sobre todo porque en el referéndum los italianos están llamados a aprobar una de las leyes más importantes del gobierno Berlusconi. Si gana el 'no' y la ley queda aparcada significará una importante derrota para el centro derecha.
Para Berlusconi, la victoria significaría un castigo contra el gobierno de Prodi. "Hay que votar 'sí' contra la Italia de los 'no' contra la Italia de Prodi que tiene como único programa la destrucción de la reformas del centroderecha", señaló el ex presidente del Gobierno.
Incluso durante un mitin en Roma para apoyar la campaña del 'sí' a la reforma, Berlusconi llegó a calificar de "indignos" todos aquellos que no aprobarán el cambio, aunque luego rectificó explicando que no quería ofender a nadie sino sólo llamar a los italianos a votar ya que se trataba de un cambio importante.
La reforma, que cambia 54 artículos de los 139 de la Constitución italiana de 1948, introduce entre otras cosas una especie de sistema federalista en el país, en el que se devuelven las competencias de salud, educación y seguridad (policía) a las regiones.
Además, incluye la formación de un Senado federal, de 200 miembros representantes de las regiones, que junto a la actual Cámara de Diputados, conformará el Parlamento. La ley daría mayor poder el primer ministro y menos competencias al presidente de la República.
La promulgación de esta ley fue el punto insistente del partido separatista Liga Norte, aliado del Gobierno Berlusconi, durante toda la anterior legislatura, incluso con amenazas de abandonar la mayoría si ésta no era aprobada en los cinco años.
Después de algunos problemas para su aprobación en el Parlamento, incluso en el seno de la propia mayoría gubernamental, ahora el centro derecha se ha unido en bloque para apoyar el 'sí' en el plebiscito.
Sin embargo, algunos miembros del partido democristiano UDC, como el ex secretario Marco Follini, o del Partido Republicano, como Giorgio La Malfa y la líder de Alternativa Social, Alessandra Mussolini, han manifestado su oposición a que esta ley se apruebe.
Por otra parte, Romano Prodi ha dejado claro que en caso de que gane el 'si' no lo interpretará como un castigo a su Gobierno. El centro izquierda se ha empeñado en la campaña para el 'no' a la ley, argumentando, como dijo el presidente del Gobierno, que se trata de una reforma que "con la nueva recomposición de los órganos del Estado creará el caos", así como "no se podrá garantizar un buen servicio sanitario para todos".
Según Prodi el único punto bueno de la reforma es que se reducirían el número de los parlamentarios, por lo que prometió que después de la victoria del "no" se empeñará en reducir en número de los diputados a 400.
El partido del "no" ha contado en estas últimas horas con el apoyo del ex presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, una persona muy querida por la opinión pública y que manifestó que votará contra la ley "para defender una Constitución, que es bella, viva y más actual que nunca".
"Esta reforma minará el funcionamiento de las instituciones", apunta el ahora senador vitalicio en declaraciones al diario "La Repubblica" y que provocó las reacciones de Forza Italia, que a través de su portavoz, Alessandro Bondi, se mostró "entristecida y desconcertada" por las palabras de Ciampi.