MINSK, 6 Abr. (EP/AP) -
El Ministerio de Exteriores rechazó hoy las continuas críticas procedentes de Occidente por las recientes elecciones presidenciales que otorgaron el poder por tercera vez consecutiva al autoritario Alexander Lukashenko y las tachó de "ridículas" a la vez que dijo que serán ignoradas.
La declaración del portavoz del Ministerio, Andrei Popov, vino después de que el Parlamento Europeo recomendara a los Gobiernos europeos que no reconocieran la legitimidad de Lukashenko y prohibieran los viajes de las autoridades involucrados en violaciones de Derechos Humanos. El Parlamento europeo también pidió sanciones y la congelación de activos pertenecientes a Lukashenko y a sus consejeros en el exterior.
"El Parlamento europeo está haciendo el ridículo tachando de ilegítimas las elecciones. La elección del pueblo bielorruso no debe ser aceptada o rechazada desde el exterior", afirmó Popov. "Estamos convencidos de que no hay que considerar las declaraciones de la UE", señaló.
Lukashenko está considerado el último dictador europeo. Occidente ha criticado fuertemente las elecciones presidenciales del 19 de marzo acusandolas de no democráticas y fraudulentas. Lukashenko ganó con el 83% de los votos mientras que el principal candidato de la oposición, Alexander Milinkevich recibió el 6,1%.
Popov también dijo que el Gobierno no tiene intención de cumplir la petición polaca de liberar a su antiguo embajador en Bielorrusia, que fue arrestado a finales de marzo junto con cientos de activistas de la oposición que protestaban por los resultados electorales.
La semana pasada un tribunal de Misnk condenó a Mariusz Maszkiewicz a 15 días de prisión. Después de varios días, Maszkiewicz fue trasladado a un hospital por problemas cardíacos. El polaco se quejó de haber sido golpeado durante su detención.
"Desde nuestro punto de vista no puede haber negociaciones de ningún tipo. En este caso estamos hablando de factores obvios de violación de las leyes bielorrusas por parte de un ciudadano polaco", declaró Popov.
