GINEBRA (SUIZA), 24 (EUROPA PRESS)
Cerca de 2.000 refugiados birmanos han llegado a Tailandia durante los últimos tres meses, según informa la agencia para los refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR), huyendo de las violaciones de los derechos humanos y los numerosos abusos que tienen lugar en el estado de Kayin.
"Los refugiados, de etnia predominante karen, afirman que sus casas han sido quemadas, sus pueblos destruidos y los civiles asesinados", afirmó Jennifer Pagonis, la portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados en una conferencia de prensa en Ginebra (Suiza).
Los recién llegados se unen así a los más de 140.000 birmanos que viven en nueve campos situados en la frontera con Tailandia. Muchos de ellos llevan allí más de 20 años.
"Muchos de ellos están muy débiles y sufren de malaria, tras un viaje largo y peligroso para llegar a los campos a través de áreas fuertemente minadas", según informó Pagonis.
El subsecretario general para Asuntos Políticos de la ONU, Ibrahim Gambari, se reunió el pasado día 20 con la líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, que se encuentra bajo arresto domiciliario y a la que desde hace más de dos años se ha prohibido mantener encuentros con personalidades extranjeras, según informaron fuentes próximas a las autoridades birmanas, que pidieron el anonimato.
El encuentro entre ambos se produjo en la casa de huéspedes donde Gambari, que se encuentra de visita oficial en Birmania, está alojado, según estas fuentes. Gambari llegós a Birmania para presionar a la Junta militar en el poder a restaurar la democracia y cesar las violaciones a los Derechos Humanos en el país.
La visita es la primera en más de dos años de un responsable de alto nivel de la ONU a Birmania. El último extranjero que pudo ver a la premio Nobel de la Paz y líder de la Liga Nacional para la Democracia (LND) fue el enviado especial de la ONU, Razali Ismail, que se reunió con Suu Kyi en marzo de 2004.