Blair cesa a sus ministros de Interior y Exteriores tras la derrota laborista en la municipales

Europa Press Internacional
Actualizado: sábado, 6 mayo 2006 2:01

MADRID/LONDRES, 6 May. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro británico se ha visto obligado a realizar una remodelación de su gabinete sólo un año después de conseguir su tercera victoria electoral. La derrota en las elecciones municipales de los laboristas ha motivado que Tony Blair quiera congraciarse con una opinión pública cada vez más crítica sacrificando al secretario de Interior, Charles Clarke, implicado en un escándalo por el fracaso del gobierno en lograr la deportación de criminales extranjeros, asi como al responsable del Foreign Office, Jack Straw, muy cuestionado por la implicación británica en la guerra de Irak. Straw irá ahora destinado como líder de la Cámara de los Comunes.

Downing Street hizo ayer oficial la esperada crisis de Gobierno tras las elecciones municipales del jueves, en la que los laboristas perdieron 18 ayuntamientos. La crisis deja en su puesto a sólo uno de los ministros con puestos clave en el gabinete, el ministro de Finanzas, Gordon Brown, considerado aspirante a remplazar a Blair como jefe de Gobierno antes de que termine la legislatura.

Charles Clarke, muy criticado en los últimos días tras conocerse que más de un millar de ex prisioneros extranjeros habían sido puestos en libertad sin que se estudiara siquiera la posibilidad de deportarlos, y se les había perdido el rastro, no recibió con agrado su salida del Ejecutivo aunque dijo entender "su derecho a hacerlo" y prometió en un comunicado que se mantendrá fiel al Gobierno.

Blair ha señalado que aunque sentía perder a Clarke como ministro, consideraba que "era muy difícil, dado el nivel de genuina preocupación pública, que Charles continuara en el puesto", según la BBC. Al parecer, según Skynews, se ha negado a ocupar otros puestos en el Gobierno y preferido volver a su escaño de diputado. El cargo de Clarke pasará a ocuparlo el hasta ahora ministro de Defensa, John Reid, para el que por el momento Downing Street no ha anunciado un relevo.

Por su parte, Straw abandona Exteriores para encabezar a los laboristas en los Comunes, cargo que hasta ahora ocupaba Geoffrey Hoon, que en la remodelación gubernamental pasará a ser secretario de Estado para Europa. La jefatura de la Diplomacia la ocupará Margaret Beckett, quien hasta ahora era ministra de Medio Ambiente. De acuerdo con Skynews, habría sido el propio Straw quien había pedido a Blair su cambio.

PRESCOTT SIGUE PERO CON COMPETENCIAS RECORTADAS

En cuanto al viceprimer ministro, John Prescott, otro de los miembros del gabinete en el punto de mira en los últimos días tras reconocer que había mantenido una relación extraconyugal con una de sus secretaria, Blair le ha confirmado en su cargo, así como en el de 'número dos' del Partido Laborista. No obstante, Prescott no sale indemne de esta remodelación, motivada también por los malos resultados en las elecciones municipales de ayer en Inglaterra, ya que pierde parte de los poderes que ocupaba hasta ahora.

Según Downing Street, todavía se prevén más cambios, incluido el del actual secretario de Estado para la UE, Douglas Alexander, quien previsiblemente ocupará el Ministerio del Transporte. De acuerdo con la BBC, el actual ministro de Comercio, Alan Johnson, pasará a ocupar la cartera de Educación, en sustitución de Ruth Kelly. Esta última, según la cadena, asumirá parte de las responsabilidades gubernamentales que hasta ahora ocupaba Prescott, sobre todo las relativas al gobierno local y de las comunidades.

Desde las filas conservadoras, su líder, David Cameron, dijo que estos cambios son insuficientes. "Llevará más que una reforma", expresó Cameron. Lo que necesitamos en el país es un reemplazo del Gobierno". "Creo que lo que hemos estado viendo en las últimas horas es que mientras el Partido Laborista se está derrumbando, el Partido Conservador se está fortaleciendo", manifestó Cameron, y luego agregó: "Soy un hombre feliz esta mañana".

La alegría se corresponde con una victoria en las municipales celebradas ayer de los tories cifrada en un 40 por ciento de los votos frente a sólo el 26 de los laboristas.

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