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MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, mantiene su ventaja sobre su principal, el exvicepresidente Atiku Abubakar, según los resultados anunciados durante el segundo día de recuento tras las elecciones celebradas el sábado en el país africano.
Los datos de la Comisión Electoral Nacional Independiente (INEC) muestran que el Congreso de Todos los Progresistas (APC) de Buhari se ha impuesto hasta ahora en trece estados, por los once en los que ha ganado el Partido Democrático del Pueblo (PDP) de Abubakar.
De esta forma, el mandatario ha logrado la victoria en Bauchi, Ekiti, Gombe Jigawa, Kaduna, Kogi, Kwara, Lagos, Nasarawa, Niger, Ogun, Osun y Yobe, mientras que Abubakar lo ha hecho en Abia, Adamawa, Anambra, Benue, Ebonyi, Edo, Enugu, Imo, Territorio de la Capital Federal, Ondo y Oyo.
En total, el APC ha recabado 8.570.868 votos, por los 6.969.283 obtenidos hasta ahora por el PDP. El candidato con más votos será declarado vencedor en la primera vuelta, siempre y cuando consiga al menos el 25 por ciento de los apoyos en dos tercios de los estados.
Tras el inicio del anuncio el lunes de los primeros resultados, el presidente del PDP, Uche Secondus, recalcó que los mismos son "incorrectos e inaceptables", tal y como informó la agencia de noticias Reuters. Hasta ahora no han sido anunciados los resultados en los estados del sureste del país, en los que Abubakar parte como gran favorito.
Por otra parte, Situation Room, que incluye a más de 70 grupos de la sociedad civil, ha elevado a 47 el número de muertos durante la jornada electoral, según Reuters. En su primer balance habló de 37 fallecidos.
Hasta ahora han muerto más de 260 personas desde el inicio en octubre de la campaña electoral. Estos datos de muertos son inferiores a los de otras citas electorales nigerianas pero, como en otras ocasiones, se espera que los peores disturbios puedan ocurrir después del anuncio de los resultados.
Buhari aseguró el viernes que se habían puesto en marcha "las medidas de seguridad adecuadas" para garantizar que las elecciones se celebraban "en una atmósfera de apertura y paz". Los comicios debían celebrarse el 16 de febrero, si bien fueron aplazados una semana a última hora por problemas logísticos.