WASHINGTON, 14 Abr. (EUROPA PRESS)
El presidente George W. Bush acusó el jueves al jefe del grupo demócrata en el Senado Harry Reid de haber "frustrado por sí solo" la posibilidad de aprobar una reforma migratoria, y recibió una dura respuesta.
"El presidente Bush tiene tanta credibilidad en el tema de la inmigración como en relación con Irak y la seguridad nacional", respondió Reid.
Republicanos y demócratas se están lanzando dardos y tratando de culpar al otro por no haber llegado a un acuerdo en el Senado en torno a un proyecto de ley sobre inmigración.
La medida buscaba fortalecer la seguridad fronteriza, crear un programa de trabajadores temporales por invitación y a la larga ofrecer la ciudadanía a muchos de los aproximadamente 11 millones de inmigrantes ilegales en el país.
Sus partidarios dicen que la propuesta de ley tiene votos más que suficientes para su aprobación. El proyecto parecía encaminado a convertirse en ley, pero se trabó cuando Reid insistió en un procedimiento para votar sobre enmiendas a la iniciativa, que fue rechazado por el jefe de la mayoría republicana Bill Frist.
Reid insistió en limitar fuertemente el número de enmiendas por parte de los conservadores que se oponen al proyecto de ley, mientras que Frist quería asegurarse de que los críticos de la legislación dentro del Partido Republicano tuvieran más oportunidades de buscar cambios.
Bush y Reid intercambiaron acusaciones al tiempo que los republicanos lanzaron una campaña publicitaria radiofónica en español, en la que tratan de achacar a los demócratas la responsabilidad de una legislación aprobada por la Cámara de Representantes por la cual la condición de inmigrante ilegal sería considerada un delito grave.
Los avisos serán difundidos en tres estados con enormes poblaciones hispanas: Nuevo México, Arizona y Nevada.
