SAN PETERSBURGO (RUSIA), 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente estadounidense, George W. Bush, que debió pensar que su micrófono estaba cerrado, utilizó hoy la palabra "mierda" para referirse a las actividades de la milicia chií libanesa Hezbolá, durante la cumbre del G8 que se está celebrando en San Petersburgo.
En una conversación sobre la crisis en Oriente Próximo con el primer ministro británico, Tony Blair, Bush indicó: "La ironía es que lo que se necesita realmente es que Siria haga que Hezbolá deje de hacer esta mierda".
Asimismo, le dijo a Blair, con la boca llena con un bollo grasiento, que tenía ganas de decirle al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que telefoneara al presidente sirio, Hafez Assad, para que "tomara cartas en el asunto". Asimismo, insinuó que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, podría viajar a la región próximamente.
Estas declaraciones tuvieron lugar durante una sesión fotográfica. Los líderes evidentemente no sabían que un micrófono abierto estaba recogiendo sus conversaciones.
Bush charló con otros jefes de Estado o de Gobierno, y sus comentarios espontáneos abarcaron desde temas graves como la escalada de violencia en Oriente Próximo hasta asuntos banales como su preferencia por la Coca-Cola Light y un regalo que recibió del mandatario británico.
Blair, cuyos comentarios no fueron captados con tanta claridad, aparentemente insistía sobre la necesidad de enviar una fuerza de paz a la región.
Bush manifestó además su asombro por el hecho de algunos tardarían casi ocho horas en llegar a sus países, más o menos lo mismo que empleará su 'Air Force One' para llevarle de regreso a Washington.
"¿Tú, ocho horas? Yo también. Rusia es un país grande y el tuyo es un país grande", afirma en un momento, y le pide a un camarero una Coca-Cola Light. "Le lleva ocho horas volver a casa. Rusia es grande, China también. Sí, Blair, ¿qué haces? ¿Ya te vas?"
Bush le agradeció a Blair un jersey que le regaló y dijo en broma que le constaba que el primer ministro lo había elegido en persona.
"Por supuesto", afirmó Blair con una carcajada.
Bush, que siempre da mucha importancia a su horario, también le traslada a Putin: "Tenemos que seguir adelante. Tengo que irme a las 2:15. Quieren que me vaya para aliviarle la carga a tus fuerzas de seguridad". Bush también consideró que algunos oradores hablaban demasiado.
