NUEVA DELHI 25 Feb. (EP/AP) -
El primer ministro indio, Manmohan Sing, inició este sábado conversaciones con representantes cachemiros, a pesar de que los líderes que luchan por la independencia del territorio himalayo del control de Nueva Delhi rechazaron unirse a las conversaciones.
La reunión viene a ser un intento más por poner fin a la disputa sobre el control indio de Cachemira, donde la insurgencia islámica ha acabado con la vida de más de 67.000 personas desde 1989. "Esto es un diálogo entre iguales que prometen trabajar juntos", indicó Singh durante la reunión a puerta cerrada, según un comunicado ofrecido por su oficina.
La reunión, de un día de duración, ha congregado a partidos políticos rivales y representantes de diferentes grupos étnicos y regionales. Sin embargo, la Conferencia Hurriyat de Todos los Partidos, organización que agrupa la mayor parte de grupos separatistas, rechazó acudir.
"Esto es un intento de engañar a la comunidad internacional y especialmente de mostrar a Estados Unidos y a su presidente, George W. Bush, que los indios están implicados con el proceso de paz, pero la realidad es algo diferente", indicó Syed Ali Shah Geelani, líder del sector duro de la facción paquistaní de la Conferencia.
Por su parte, Omar Abdulá, líder de la oposición cachemira Partido Conferencia Nacional indicó que el boicot de los separatistas "es un contratiempo". "La disputa es entre Nueva Delhi y los separatistas. Los separatistas son importantes en Jammu y Cachemira y el primer ministro debería comenzar nuevos esfuerzos para hablar con ellos", señaló Abdulá antes de la reunión.
Los separatistas cachemires se encuentran divididos en esta campaña. Algunos buscan la autonomía respecto al control indio, mientras que otros buscan la unión con la mayoría de los partidos paquistaníes musulmanes, que gobiernan su propia porción de la región.
Sin embargo, todos los separatistas rechazan el poder predominante de India y acusan a las fuerzas de seguridad de Nueva Delhi de perpetrar violaciones de Derechos Humanos.