Una inmigrante y su hijo en el campamento de la 'jungla' de Calais
PASCAL ROSSIGNOL / REUTERS
Actualizado: martes, 13 septiembre 2016 21:38

CALAIS 13, (Reuters/EP)

En el campo de inmigrantes de Calais --donde miles de personas malviven con la esperanza de poder cruzar el Canal de la Mancha y trabajar en Reino Unido-- cada vez son más los refugiados que solicitan asilo en Francia, para poder quedarse y ahorrarse el tortuoso camino hasta suelo británico.

En Calais, conocido como 'la jungla', miles de personas sobreviven en diminutas tiendas de campaña, rodeadas de barro y sin apenas refugio del frío y la lluvia. A pesar de las malas condiciones de vida, cada vez más piden asilo en Francia y desisten de intentar llegar a las costas británicas, desmotivados por el férreo control migratorio de Reino Unido.

"Mi vida es más importante que llegar a Inglaterra", ha contado Sajjad, un joven afgano de 19 años. "Se ha vuelto demasiado peligroso, hemos decidido pedir asilo aquí", ha añadido. Sajjad y su familia huyeron de la insurgencia talibán en 2015 y desde que llegaron a Calais han intentado alcanzar las costas británicas en numerosas ocasiones.

El campo de inmigrantes se ha convertido en el foco de un intenso debate político en los últimos meses, a raíz del referéndum que se celebró en Reino Unido el pasado 23 de junio, en el que el 52 por ciento de los británicos votó a favor de salir de la Unión Europea.

Los residentes de Calais, en su mayoría procedentes de Oriente Próximo, llegan al norte de Francia con el firme convencimiento de que tendrán muchas más oportunidades de rehacer su vida en Reino Unido que en el continente. La tasa de paro en Francia roza el 10 por ciento, mientras que en Reino Unido es del 5 por ciento. Además, muchos tienen familiares en territorio británico que pueden ayudarles.

Como consecuencia, cientos de inmigrantes han utilizado la pequeña ciudad costera de Calais para tratar de alcanzar algún puerto británico a través del Canal de la Mancha, que en ese punto mide menos de 35 kilómetros. En la gran mayoría de los casos acaban fracasando y decenas de personas han perdido la vida en el intento.

Se estima que la mayor parte de los más de 7.000 inmigrantes --9.000 según algunas organizaciones humanitarias-- que residen en 'la jungla' todavía tienen en mente Reino Unido como destino final.

No obstante, las autoridades locales y las ONG sostienen que existe una nueva tendencia entre los habitantes del campo de Calais, que comienzan a sopesar quedarse en Francia de forma indefinida.

"Hace unos meses, cuando preguntabas a la gente que si preferían ir a Reino Unido o quedarse en Francia, todos elegían Reino Unido. Eso ahora ha cambiado", ha explicado Stephane Duval, dueño de un refugio para inmigrantes a las afueras del campo.

AUMENTO DEL RECHAZO EN EUROPA

El fracaso de la Unión Europea a la hora de gestionar la crisis migratoria --potenciada por la masiva oleada de refugiados-- ha revitalizado los movimientos anti-inmigración y euroescépticos, como el Frente Nacional de Marine Le Pen.

El presidente francés, François Hollande, se encuentra en una encrucijada política, motivada por el aumento de popularidad de Le Pen y la falta de apoyo por parte de los votantes socialistas en los últimos meses. La presión para que cierre de una vez por todas el campo es cada vez mayor.

A principios de este año, el Gobierno francés ordenó el desmantelamiento de la mitad del recinto. El ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, ha prometido cerrar lo que queda del campo muy pronto, aunque no ha confirmado ninguna fecha todavía.

Mientras tanto, Reino Unido se dispone a construir un muro de más de un kilómetro que cubra la zona que conecta su costa con el puerto de Calais, una medida que, según sus críticos, recuerda demasiado al polémico muro que el candidato a la Casa Blanca, Donald Trump, quiere construir entre Estados Unidos y México.

FRANCIA, NUEVO DESTINO FINAL

Al mismo tiempo que los movimientos xenófobos ganan adeptos y el clima de tensión racial en Francia aumenta --en parte por la oleada de atentados islamistas-- en los últimos seis meses se han construido más de 150 nuevos albergues para acoger a los inmigrantes de Calais.

Varias ONG han desplegado a centenares de voluntarios en la pequeña ciudad costera, donde hablan con los residentes del campo y tratan de persuadirles de que desistan en su travesía y soliciten asilo en Francia.

"La frontera en Calais está cerrada. Francia puede darles la bienvenida. Que vayan a los albergues, que descansen y que reflexionen sobre cuál será su próximo paso. Quizá una vida en Francia sería lo mejor", ha declarado una portavoz local de la región de Pas de Calais.

Cada vez son más los inmigrantes que se dan cuenta de que acudir a Calais era llegar a un punto muerto. En el último año, más de 5.000 personas han solicitado plaza en los albergues de la zona. "Antes teníamos muchas más plazas que personas alojadas. Ahora tenemos muchas más solicitudes que plazas", ha declarado el portavoz.

De acuerdo con datos del Ministerio de Interior francés, en el año 2015 se rellenaron 80.075 solicitudes de asilo, un 24 por ciento más que el año anterior.

A pesar de que no existe un registro geográfico de dónde proceden la mayor parte de esas solicitudes, las principales organizaciones humanitarias han declarado que sí han percibido un cambio en la actitud de los inmigrantes que viven en Calais.

Anne Lise Coury, de Médicos Sin Fronteras, ha contado que para muchas de estas personas, asumir que nunca llegarán a Reino Unido ha supuesto un duro golpe. "Se sienten cada vez más frustrados. Muchos de ellos están sopesando sus opciones, pero cada vez hay más casos de depresión en el campo", ha explicado.

El joven Sajjad ha contado que fue un trabajador social quien le convenció de abandonar su 'sueño británico'. Hace cuatro meses rellenó su solicitud de asilo y sigue esperando respuesta.

Más noticias

Leer más acerca de: