California ejecuta a un preso de 76 años, ciego, sordo y enfermo

Actualizado: martes, 17 enero 2006 11:31


SAN QUINTIN, 17 Ene. (ESTADOS UNIDOS) -

El Estado de California ejecutó hoy a Clarence Ray Allen, el preso más anciano del corredor de la muerte condenado por ordenar un triple asesinato hace 25 años para silenciar a los testigos de otro crimen.

Clarence Ray Allen fue declarado muerto tras recibir inyección letal a las 12:38, hora local (09:38, hora peninsular española), en el penal estatal de San Quintín, menos de una hora después de cumplir los 76 años de edad.

Allen estaba casi totalmente ciego y sordo, no podía andar y sufrió un infarto casi fatal el pasado mes de septiembre, del que fue reanimado exclusivamente para ser devuelto al corredor de la muerte. Para que se le pudiera ejecutar precisó de la ayuda, en la cámara de la muerte, de cuatro agentes de los servicios correccionales.

Recibió la primera de las tres inyecciones letales hacia las 12:20, y una segunda dosis extra de potasio clorhídrico hacia las 12:35. Murió minutos más tarde, tras la tercera inyección, según la portavoz del Departamento Correccional, Elaine Jennings.

Allen es el segundo hombre más anciano ejecutado en Estados Unidos desde que se reinstauró la pena de muerte hace 30 años. El mes pasado fue ejecutado en Mississippi un hombre de 77 años. Aparte, se trata del decimotercer ejecutado en California desde que este Estado recuperó la pena capital en 1977 y el tercero en los últimos 12 meses.

"Allen fue condenado a la pena capital porque ya estaba cumpliendo una cadena perpetua por asesinato cuando ordenó la muerte de tres jóvenes inocentes y conspiró para atacar el corazón de nuestro sistema de justicia criminal", declaró el fiscal del Estado, Ward Campbell.

Allen estaba cumpliendo una cadena perpetua en el penal estatal de Folsom State Prison cuando facilitó a un preso que había recibido la libertad condicional una lista negra con los nombres de siete testigos que contribuyeron a su encarcelamiento. Su objetivo era que los siete testigos no pudieran testificar durante su juicio por apelación.

Allen fue ejecutado después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazara una apelación de última hora en la que se argumentaba que era demasiado viejo y estaba demasiado enfermo como para ser ejecutado sin que ello fuese considerado un castigo cruel e insólito. El gobernador Arnold Schwarzenegger rechazó el viernes similares argumentos para concederle la clemencia.

"Estas enfermedades no son simplemente el resultado del paso del tiempo o de la vejez, como algunos sugerirían, sino que son el resultado de la negligencia deliberada de las autoridades de la prisión a la hora de cubrir sus necesidades médicas", declaró una de las abogadas de Allen, Annette Carnegie.