LONDRES 21 Ago. (Reuters/EP) -
El primer ministro británico, David Cameron, ordenó a su jefe de gabinete que intentara frenar las revelaciones por parte del diario 'The Guardian' sobre los programas de vigilancia de Estados Unidos y Reino Unido en base a las informaciones filtradas por Edward Snowden, según han revelado a Reuters dos fuentes conocedoras del caso.
El editor del 'Guardian', Alan Rusbridger, reveló este martes que un alto responsable del Gobierno le contactó "asegurando representar los puntos de vista del primer ministro" después de que su diario publicara información revelada por Snowden y le pidió que destruyera la información o se la devolviera a las autoridades.
Las fuentes han identificado a este responsable como el jefe de gabinete de Cameron, Jeremy Heywood. "El primer ministro pidió al secretario de gabinete que intentar abordar esta cuestión, es cierto", ha reconocido una de las fuentes.
Una portavoz de Downing Street se ha negado a comentar "casos específicos" pero ha subrayado que "si se estaba almacenando información sensible de forma insegura, tenemos la responsabilidad de asegurarla".
Por otra parte, otras dos fuentes han indicado que el asesor de Seguridad Nacional, Kim Darroch, uno de los más estrechos colaboradores de Cameron, también presionó al diario.
Según una de estas fuentes, el Ejecutivo está absolutamente seguro del modo en que ha gestionado este asunto. "No hay preocupación en el Gobierno de que se hiciera algo erróneo", ha asegurado la fuente.
VERSIÓN DEL 'GUARDIAN'
"Hace unos dos meses, altos cargos del Gobierno contactaron conmigo, asegurando que representaban el punto de vista del primer ministro. Después vinieron dos reuniones en las que me exigieron que entregara o destruyera todo el material sobre el que estábamos trabajando", explicó el editor del 'Guardian' en su artículo.
Según Rusbridger, aunque el tono de estas reuniones fue "cordial", "hubo una amenaza implícita de que otros dentro del Gobierno y del Parlamento estarían a favor de un enfoque más draconiano" en este asunto. Durante estos encuentros y otros con parlamentarios preguntó directamente si, en caso de que el diario no accediera, estaban dispuestos a acudir a la vía judicial, y le dijeron que "era exactamente la intención del Gobierno".
Finalmente, "dos expertos en seguridad (de los servicios de Inteligencia británicos) supervisaron la destrucción de los discos duros del sótano para asegurarse de que no había ningún 'bit' de interés para los agentes chinos", explicó, aclarando que el diario cuenta con copias de la información ofrecida por Snowden en otros lugares que no reveló.