Los 'tories' tendrán que elegir entre un Gobierno minoritario o llegar a acuerdos con otros partidos como el Bloc Québécois
MONTREAL, 24 Ene. (Para EUROPA PRESS, Francisco CABEZUELO) -
Canadá acaba de cerrar una decisiva jornada electoral con la victoria del Partido Conservador, con 123 escaños, entre ellos el de su líder, Stephen Harper, por la circunscripción de Calgary, lo que cierra un ciclo político en Canadá de más de doce años de Gobierno del Partido Liberal.
Harper, un economista de 46 años, casado y con dos hijos, se convierte de este modo en el sustituyo del hasta ahora primer ministro, el veterano parlamentario liberal y abogado Paul Martin, de 67 años, quien hasta este último fin de semana luchó en vano por evitar un descalabro electoral su partido azotado por graves escándalos de corrupción y muy desgastado tras tres mandatos consecutivos.
El Partido Conservador, refundado por Harper en 2003, con un 36,5 por ciento de los votos emitidos, se ha hecho con 123 de los 308 escaños que componen el Parlamento de Ottawa, por lo que no alcanza la mayoría absoluta fijada en un mínimo de 155 parlamentarios. La segunda formación más votada ha sido el Partido Liberal, con el 30,3 de los votos, lo que se traduce en 105 parlamentarios. Paul Martin, pocos minutos después de conocerse los resultados, ha reconocido su derrota.
Los 'tories' se quedan a 32 escaños de la mayoría absoluta, por lo que tendrán que pensar en crear un Gobierno minoritario o pactar con otras fuerzas políticas, como los independentistas del Bloc Québécois, que han perdido tres escaños respecto a los anteriores comicios. Esta perdida de votos sitúa a los separatistas en peores condiciones para celebrar un nuevo referéndum por la independencia, aunque siguen siendo igualmente un partido clave en el arco parlamentario de Ottawa.
Los independentistas del Bloc Québécois, que se presentan sólo por la provincia francófona de Québec, han conseguido 50 escaños con sólo el 10,4 por ciento del total de votos emitidos en Canadá, lo que contrasta con el resultado de los socialdemócratas del NDP, que con un porcentaje del 17,3 del total de votos emitidos sólo alcanzan 29 escaños, según los datos facilitados por 'Elections Canada', la autoridad parlamentaria independiente encargada de la celebración y supervisión de los comicios federales.
Hasta el pasado otoño, los liberales contaban con 133 escaños, los conservadores con 98, los separatistas de Québec con 53, y los socialdemócratas del NDP con 18. Además, había cuatro diputados independientes y dos vacantes. Muchos de los votos perdidos por los liberales parecen haber ido a parar a manos del Nuevo Partido Demócrata (NDP), que aumentan considerablemente su número de representantes.
MARTIN Y QUÉBEC
El pasado mes de noviembre, Paul Martin se vio obligado a convocar estas elecciones anticipadas, al convertirse en el primer mandatario canadiense en perder una moción de censura, lo que ocurrió tras darse a conocer el informe de una comisión de investigación parlamentaria que denunciaba la malversación de fondos por parte del PL desde 1995. Ese año tuvo lugar el segundo referéndum de independencia de Québec, celebrado bajo el Gobierno de los liberales, liderados por el entonces primer ministro Jean Chrétien, y en el que Martin era ministro de Economía.
Entonces, el Ejecutivo federal decidió lanzar un programa para promocionar el sentimiento de unidad nacional canadiense en la provincia de Québec. Sin embargo, 72 de los 180 millones de dólares destinados a este proyecto fueron desviados a empresas cercanas a los liberales.
En su momento, el referéndum en Québec se resolvió con una escasa diferencia, el 50,6 por ciento contra el 49,4. La consulta fue ganada por los partidarios del "no" a la independencia. Además, en los últimos ocho años, en Québec, separatistas y liberales se han repartido alrededor de los 75 escaños de la circunscripción electoral de la provincia francófona. Ha sido ahora, en estas elecciones, cuando finalmente el Partido Conservador ha vuelto a obtener algún representante en Québec.
CANADA Y EL SISTEMA ANGLOSAJON
El sistema electoral canadiense es heredero de la tradición anglosajona. Así, el candidato que obtiene más votos de cada circunscripción es el que pasa a ser elegido y se convierte en parlamentario representando a sus electores ante el Parlamento Federal. El resto de candidatos se queda sin nada. El país se divide en 308 distritos electorales, cada uno es uno de los escaños del Parlamento, con sede en la capital del país, Ottawa.
Este sistema de elección nominal hace que un partido pueda conseguir muchos millones de votos a nivel nacional, pero pocos representantes y viceversa, tal y como ha pasado esta vez, al igual que anteriores ocasiones con el Bloc Québécois y los socialdemócratas del NDP. El canadiense no es un sistema de representación proporcional como el de España y otros países europeos. Con una extensión cercana a los diez millones de kilómetros cuadrados, Canadá cuenta con poco menos de 33 millones de personas, la mayoría de ellas concentradas entorno a los grandes núcleos urbanos de Toronto, en la provincia de Ontario, Montréal en Québec, Vancouver en la Columbia Británica, o Calgary y Edmonton en Alberta.
Pero, sin duda alguna, la gran peculiaridad política de este país es su estrecha relación con la Corona Británica. Como parte de la Commonwealth, Canadá es definido como una Monarquía Democrática Constitucional. El Gobernador o Gobernadora general, que ejerce como Jefe del Estado, y es responsable por ejemplo, de convocar elecciones como las celebradas hoy, es el representante en Canadá de la reina o el rey de Inglaterra. Hasta el año 1952, cuando Vincent Massey se convirtió en el primer canadiense en ser nombrado Gobernador General de Canadá, el puesto era de designación directa real.
Por eso, ahora, para que Harper se convierta en el nuevo primer ministro tendrá que dirigirse a la Gobernadora General de Canadá, Michaelle Jean, quien a su vez informará a la Reina del resultado de las elecciones, y tendrá que dar su visto bueno al nuevo Ejecutivo.