Las carencias sanitarias de Borno (Nigeria), dramáticas

Madres e hijos esperando en una clínica de MSF en Nigeria
Madres e hijos esperando en una clínica de MSF en Nigeria - IKRAM N'GADI
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Actualizado: jueves, 23 febrero 2017 12:56

En muchas zonas de este estado solo está presente MSF pese a las necesidades y el constante desplazamiento

MADRID, 23 Feb. (Por Jean François Saint-Sauveur, director médico de Médicos Sin Fronteras) -

El estado de Borno, situado en el noreste de Nigeria, es el escenario principal del conflicto entre Boko Haram y el Ejército. La crisis, que afecta a los cuatro países que circunvalan el Lago Chad, ha provocado más de 2,6 millones de desplazamientos. En el noreste de Nigeria, se calcula que más 1,8 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares. De ellos, más de la mitad han buscado refugio en la capital de Borno: Maiduguri.

En junio de 2016, MSF pudo empezar a trabajar fuera de Maiduguri, en diferentes zonas del estado. La situación que encontraron nuestros equipos, aunque variaba de localidad en localidad, era una crisis humanitaria alarmante. A día de hoy, en las zonas donde se ha podido llegar, la situación ha mejorado porque hay más apoyo de actores humanitarios, los casos de malaria han disminuido y, en algunos lugares, empieza a ser posible el cultivo.

A pesar de ello, la población sigue siendo extremadamente vulnerable y depende en gran medida de los servicios mínimos que ahora recibe y de los que había sido privada durante mucho tiempo. En este sentido, siguen sin estar cubiertas necesidades médicas y humanitarias esenciales. Así mismo, muchas zonas del estado se mantienen inaccesibles por razones de seguridad.

Acabo de regresar de Borno, donde he podido visitar tres de los proyectos que llevamos a cabo en el estado. El primero de ellos se ubica en Benisheick, una localidad situada en la carretera que une Maiduguri con Damaturu, la capital del vecino estado de Yobe.

En principio se trata de una zona accesible y la población --muchos desplazados procedentes de toda la provincia asentados en campos improvisados-- puede moverse. Sin embargo, en la práctica no existe ningún tipo de transporte público y no tienen medios económicos para hacerlo. El Ejército controla la ciudad pero no hay otras grandes organizaciones humanitarias presentes.

También pude llegar a los proyectos de MSF en Gwoza y Pulka, dos localidades situadas en el suroeste del estado cerca de la frontera con Camerún. En esta zona, el conflicto entre Boko Haram y el Ejército nigeriano está más activo. Los militares también controlan estas ciudades pero la población no puede moverse fuera, salvo de manera excepcional. En estos momentos, MSF es la única organización humanitaria que tiene presencia internacional permanente en estas dos ciudades y nuestro personal solo puede llegar hasta allí con helicóptero.

DESPLAZADOS EN CONTINUO AUMENTO

Es una población muy empobrecida, que depende en gran medida de la ayuda que recibe. Muchos son desplazados que se han visto obligados a abandonarlo todo --casas, campos, ganado, etc.-- y huir a causa del conflicto.

En Benisheick, Gwoza and Pulka, prácticamente no tienen posibilidad de cultivar, y salir de las localidades para recoger madera para poder cocinar o venderla es peligroso. En los últimos meses, han aumentado las distribuciones de comida en estos tres lugares pero otras necesidades, como agua, saneamiento o atención sanitaria, siguen sin estar completamente cubiertas.

Además, a estos tres lugares están llegando nuevos desplazados y no hay suficientes actores humanitarios para atender a unas poblaciones en constante aumento. Un ejemplo concreto lo vemos en Pulka. Solo MSF asiste ahora mismo a los recién llegados, aunque son muchos.

Mientras estuve allí, en un solo día llegaron medio millar de personas, sobre todo ancianos, mujeres y niños. Se ha construido un campo con algunas tiendas, pero no tiene letrinas ni puntos de agua así que los desplazados no lo han ocupado. Alrededor del centro de salud que gestiona MSF, viven cientos de personas desde hace meses. Les hemos dado bienes de primera necesidad pero aun así las condiciones en las que viven son inaceptables.

PAUPÉRRIMO SISTEMA DE SALUD

El sistema de salud de Borno se ha deteriorado mucho a causa del conflicto: la atención primaria no funciona bien, las referencias son muchas veces imposibles, y los hospitales están colapsados.

Hay muy pocas organizaciones respondiendo a estas necesidades así que las carencias en materia de salud son dramáticas, sobre todo en lo que respecta a atención de urgencias, cirugía, transfusiones, salud mental y prevención. En algunos lugares, somos los únicos actores médicos para grandes poblaciones y altamente vulnerables.

Las principales enfermedades que tratamos son desnutrición, malaria, infecciones respiratorias... Patologías muy ligadas a las pobres condiciones de vida. Muchas personas llegan a estas localidades sin nada y luego reciben muy poco. Y esta es la situación de las personas que vemos porque para MSF todavía hay muchas zonas de Borno donde por seguridad es imposible acceder y desconocemos, por tanto, lo que está pasando.

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Estamos hablando de personas que han pasado por experiencias muy duras ligadas a la violencia y que ahora viven una vida totalmente dependiente y les duele el alma, así que también es importante el apoyo en salud mental y psicosocial.

TRATAR A LOS MÁS GRAVES

En las tres localidades tenemos en marcha proyectos nutricionales. Ahora mismo, con las distribuciones de alimentos y el final de la estación de malaria, la situación nutricional ha mejorado pero sigue siendo una preocupación importante para nosotros.

Además en Benisheick, gestionamos un centro de salud y tenemos ciertas camas para hospitalizar a los niños que lo necesitan. No existe ninguna otra estructura médica operativa en la ciudad. En Gwoza, trabajamos en un centro de salud y en el hospital, donde gestionamos las hospitalizaciones, la maternidad y las urgencias. Y en Pulka, estamos presentes en el centro de salud donde también ofrecemos servicios de atención materna.

Además, hemos realizado una campaña de vacunación de sarampión en estas tres áreas porque se detectaron casos debido a la baja tasa de cobertura y estamos preparados para reforzar la vacunación rutinaria de los niños más pequeños con nuevas campañas que cubran otros antígenos.

En el futuro, queremos ampliar nuestra capacidad de respuesta en estas localidades. Sabemos que las referencias a otros centros son muy complicadas y peligrosas, así que nuestro objetivo es poder tratar los casos más graves que nos lleguen.

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