MANILA, 26 Sep. (Reuters/EP) -
Casi 60 personas han muerto por el impacto de un tifón que azota el archipiélago de Filipinas. La capital, Manila, se encuentra sin luz y se han suspendido todos los vuelos de y hacia el país asiático, según informaron fuentes gubernamentales.
Las imágenes transmitidas muestran casas enteras arrastradas por las aguas y gente aislada en tejados así como los efectos de los vientos de hasta 100 kilómetros por hora. En seis horas han caído 341 milímetros de agua.
Desde la administración, la presidenta Gloria Macapagal Arroyo ha lanzado un llamamiento a la donación de ropa, mantas, alimentos y agua potable. "Pido a nuestros compatriotas, especialmente a los residentes del centro de Manila y otras provincias afectadas por el paso del tifón, que permanezcan en calma, atiendan las instrucciones de las autoridades y la defensa civil", solicitó Arroyo en un discurso televisado.
Al menos 47 personas han muerto, la mayoría ahogadas, sólo en la provincia de Rizal, al este de Manila, según reveló el gobernador de la provincia en declaraciones a una radio local. Otras 11 personas murieron aplastadas por muros o ahogadas en la capital, también según fuentes oficiales.
Las autoridades han declarado el estado de calamidad en la capital y otras 25 zonas de la isla de Luzón, la más importante del archipiélago con el fin de facilitar las labores de rescate y envío de ayudas.
El tifón continúa desplazándose en dirección oeste-noroeste y se espera que alcance el mar del Sur de China mañana domingo por la tarde o en la mañana del lunes, según los servicios meteorológicos filipinos y su director, Nathaniel Cruz, quien aseguró que ese tifón ha provocado las lluvias más graves desde 1967.
