BOGOTÁ, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un total de 97 miembros de las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las FARC, encarcelados en la penitenciaría de San Isidro, en Popayán (en el Cauca, suroeste del país) han iniciado una huelga de hambre por tiempo indefinido para denunciar la falta de medicamentos y atención sanitaria de la que son objeto y para pedir la aceleración de la puesta en práctica de los planes de paz del Gobierno.
"Exigimos mejoramiento del servicio de salud de este establecimiento penitenciario ya que es muy precario su servicio, no cuenta con medicamentos, ni especialistas calificados, a esto se suma la negligencia de la guardia (IMPEC) para que los internos sean atendidos y llevados al área de sanidad", reza el comunicado recogido en la web oficial de la guerrilla.
En él, los presos denuncian que uno de sus compañeros, Marino Fernández Puyo, falleció el pasado 17 de febrero tras pasarse una semana entera sin recibir atención médica cuando fue apuñalado por otro preso con problemas mentales, heridas que se infectaron y acabaron causando su muerte, acelerada por "la sistemática negligencia médica del establecimiento penitenciario por controlar la infección"
"Esta es una continua y triste realidad que ha convivido entre nosotros, ya que en el pasado se han repetido este tipo de casos, por lo cual exigimos al gobierno el mejoramiento de sistema de salud que permita tener unas condiciones de vida digna de un ser humano", añaden los presos.
Además, los presos han pedido a las autoridades colombianas que "no dilaten más la excarcelación de los prisioneros políticos y que la ley de amnistía sea una realidad". "No le sigamos el juego a los enemigos de la paz", han remachado antes de concluir que "de parte de las FARC-EP" se ha dado muestra "de los más grandes esfuerzos para sacar adelante lo pactado".
