KIRKUK (IRAK), 18 (Reuters/EP)
Casi 50 personas fallecieron y otras tantas resultaron heridas ayer a consecuencia de un atentado suicida ocurrido durante un funeral que se estaba celebrando en el norte de Irak, lo que convierte a este ataque en el más mortífero en el país árabe en meses.
Al parecer, el terrorista detonó en medio de la multitud el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo en un pueblo de mayoría suní cerca de Adhaim, en la provincia de Diyala, cerca del límite con la provincia de Salahuddin.
Uno de los heridos explicó que el funeral se estaba celebrando en memoria de dos miembros de una de las patrullas de barrio suníes que colaboran con el Ejército estadounidense en su lucha contra Al Qaeda, por lo que han sido frecuentes objetivos de esta red terrorista.
"De repente, una bola de fuego cubrió la tienda donde se celebraba el funeral. Me caí al suelo. Vi cadáveres por todas partes", señaló Ali Yalaf, que fue trasladado a la localidad de Tuz Jurmato para recibir tratamiento en un hospital. Mientras, los habitantes de la zona y los servicios de emergencia apilaban los cadáveres en camiones.
Las patrullas de barrio, llamadas por el Ejército estadounidense "Ciudadanos locales comprometidos", son atacadas a menudo por las milicias vinculadas a Al Qaeda, es decir, suníes contra suníes. Esta semana también se registraron varios ataques contra poblaciones suníes en Irak, incluyendo el que mató a 40 personas en la localidad de Baquba el pasado martes. Además, estos islamistas son acusados de atacar funerales, que a menudo se celebran con pocas medidas de seguridad.
