SEUL, 26 Nov. (EP/AP) -
El último informe de la agencia Buenos Amigos sobre los Derechos Humanos del Norte critica la reanudación de las ejecuciones públicas en Corea del Norte después de que el jefe de una fábrica fuera ajusticiado en un estadio ante 150.000 personas el pasado mes de octubre, acusado de realizar llamadas internacionales desde 13 teléfonos que instaló en la fábrica.
Al parecer otras 6 personas fueron aplastadas y 34 resultaron heridas tras una estampida producida después de la ejecución que se suma a las realizadas a otros responsables regionales o jefes de fábricas en los últimos meses, según informa la agencia.
Desde el año 2000, las ejecuciones públicas descendieron como consecuencia de las críticas internacionales, sin embargo, esta tendencia ha vuelto a recuperarse. Últimamente las autoridades se han centrado especialmente en funcionarios acusados de tráfico de drogas y malversación de fondos entre otros asuntos, según el informe.
La mayoría de los norcoreanos tienen prohibido comunicarse con el exterior, según las políticas autoritarias del régimen que buscan prevenir cualquier cambio en el Gobierno de Kim Jong Il. "El objetivo es educar a los norcoreanos para controlar a la sociedad y prevenir los crímenes", señaló el responsable de Buenos Amigos, Venerable Pomnyun.
El informe de la agencia se emitió una semana después de que la Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas adoptara la resolución de un borrador expresando "su seria preocupación" sobre los informes acerca de la violación generalizada de los Derechos Humanos en Corea del Norte, inlcuidas las ejecuciones públicas.
La resolución, apoyada por 50 países y condenada por Corea del Norte como imprecisa y parcial, se envió a la Asamblea General de los 192 miembros para una votación final.
El país comunista insiste en que no violan los Derechos Humanos a pesar de que ha sido acusado en numerosas ocasiones de imponer la pena de muerte por razones políticas, concentrar a miles de personas en campos de concentración, torturar a personas que intentaban cruzar la frontera y restringir la libertad de expresión y religión.
