YAMENA 13 Abr. (EP/AP) -
Helicópteros de combate del Ejército de Chad atacaron hoy con misiles posiciones de los rebeldes en los alrededores de la capital, Yamena, donde se registran hoy ataques de tanques y cargas de mortero.
En la ciudad se oye también el ruido de los aviones de combate franceses, pero no está claro si están sobrevolando la ciudad o simplemente probando sus motores. El Gobierno francés ha dicho en el pasado que no interferirá en la política interna de Chad, pero que daría apoyo logístico al gobierno. Francia anunció ayer el envío de 150 soldados para reforzar su contingente de 1.200 efectivos, destinados a proteger a los 1.200 franceses que viven en el país.
Desde Yamena se oye el ruido de combates en el norte, el sur, y el sureste de la ciudad, que por el lado oeste está flanqueada por un río. Los enfrentamientos comenzaron una hora antes del amanecer en los barrios del este, desatando el pánico en toda la capital, después de que ayer comenzaran a llegar noticias de que una columna rebeldes se estaba acercando.
Sin embargo, por el momento ninguna autoridad ha informado oficialmente de la situación y la radio estatal se limita a difundir programas musicales.
Los primeros combates parecen proceder de las posiciones de defensa construidas ayer por el Ejército en la carretera que llega a Yamena desde el este. Las tropas comenzaron ayer a construir defensas por toda la ciudad después de tres días de ataques de los rebeldes en el campo. Los residentes han empezado a acumular agua y comida, y tropas francesas se estacionaron ayer junto a los edificios oficiales.
Aunque no está claro que los rebeldes tengan suficientes tropas para derrocar al presidente, Idriss Deby, empieza a cuestionarse la lealtad de sus propios soldados, ya que algunos grupos de rebeldes están liderados por antiguos comandantes del Ejército.
Cientos de desertores del Ejército se han unido a los grupos rebeldes en un intento de derrocar a Deby, que llegó al poder en un golpe en 1900. El primer ataque importante se produjo el pasado martes en el pueblo de Mongo, tres semanas antes de las elecciones presidenciales del 3 de mayo.
El portavoz del Gobierno de Chad, Hourmadji Moussa Doumgor, ha acusado a los rebeldes de ser mercenarios financiados por Sudán, una acusación que el país vecino niega. La relación entre ambos países se ha tensado en los últimos tres años, a raíz de la crisis de la provincia occidental sudanesa de Darfur.
En esta región, en guerra civil desde febrero de 2003, la población local negra ha sido víctima de graves abusos por parte de las milicias árabes 'janjaweed', apoyadas por el gobierno de Jartum. Se estima que el conflicto ha desplazado a unos dos millones de sudaneses, de los que al menos 200.000 se han refugiado en Chad. Ambos países se acusan uno a otro de albergar y financiar grupos rebeldes.