GINEBRA 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Chad, Idriss Deby, se ha comprometido ante el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), António Guterres, a no repatriar por la fuerza a los refugiados de Darfur (oeste de Sudán) y a acatar las normas internacionales sobre refugiados, según informó hoy el propio Guterres a través de un comunicado de la agencia de la ONU.
"En el marco de nuestros esfuerzos por garantizar la protección de los refugiados de la región sudanesa de Darfur en Chad, hablé con el presidente chadiano, Idriss Deby Itno, ayer domingo por la noche y tengo el placer de informar de que ha confirmado que los refugiados no serán devueltos a la fuerza y que Chad acatará los principios internacionales", declaró Guterres.
"El presidente Deby expresó su comprensible preocupación por las dificultades para aportar seguridad tanto a los refugiados como a las organizaciones humanitarias que les ayudan", prosiguió.
"ACNUR hace un enérgico llamamiento a la comunidad internacional y a sus organizaciones para que hagan todo lo posible por establecer urgentemente la paz y la seguridad en Darfur, que es esencial para que haya estabilidad en toda la región", manifestó Guterres.
"Es también esencial que se preserve la seguridad de los refugiados y los desplazados internos en Darfur, en Chad y, potencialmente, en otros países de la región", concluyó el comunicado.
La semana pasada, Idriss Deby anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Sudán y amenazó con expulsar a los 200.000 refugiados sudaneses que viven en campos en el este de Chad, huidos de la guerra que asola Darfur desde febrero de 2003, si la comunidad internacional no se implica más para impedir el apoyo de Jartum a los rebeldes chadianos.
Según Deby, Sudán intenta provocar la caída de su gobierno mediante su apoyo a los rebeldes del Frente Unido por el Cambio (FUC), por lo que reclamó una intervención de la comunidad internacional después de los combates del pasado jueves en Yamena, la capital del país, donde el Gobierno salió victorioso al precio de la muerte de 350 personas.