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HARARE, 15 Nov. (Reuters/EP) -
El líder opositor de Zimbabue Nelson Chamisa ha afirmado este jueves que sólo testificará ante la comisión que investiga la violencia postelectoral, que se saldó con seis muertos, en caso de que el presidente, Emmerson Mnangagwa, también lo haga.
Las elecciones parlamentarias y presidenciales del 30 de julio fueron las primeras desde el golpe de Estado incruento que expulsó del poder a Robert Mugabe en noviembre de 2017. Las disputas en torno a los resultados derivaron en enfrentamientos en la capital, Harare.
Chamisa, el candidato opositor que pasó a la segunda ronda en las presidenciales, perdió una apelación contra la validez de los resultados, si bien mantiene que las elecciones fueron manipuladas a favor de Mnangagwa.
El líder opositor ha desvelado durante la jornada que tanto él como el exministro de Finanzas Tendai Biti han recibido cartas pidiéndoles que comparezcan ante la comisión.
"Si van a ser justos, lo que es bueno para el ganso es bueno para la gansa, así que deben poder invitar a Mnangagwa. Si él no va a ir, ¿por qué debo ir yo solo?", se ha preguntado.
El jefe de la Policía zimbabuense, Godwin Matanga, afirmó el martes que Chamisa podría ser arrestado en cualquier momento por incitación a la violencia, si bien el líder opositor ha señalado que se trata de una campaña de presión para que reconozca a Mnangagwa como presidente.
El comandante de las Fuerzas de Defensa de Zimbabue, Phillip Valerio Sibanda, negó el martes la muerte de civiles a manos de militares durante las citadas protestas, en declaraciones ante la comisión investigadora.
"Lo primero es que, como soldados, actuamos según órdenes y las órdenes dadas ese día fueron claras: no se abre fuego contra los responsables de actos vandálicos", dijo, al tiempo que argumentó que las tropas tenían "instrucciones claras" de no abrir fuego durante las protestas.
"Si hay alguien que tenga pruebas al efecto de que cualquiera de los muertos o heridos fueron tiroteados por soldados, pueden presentarlas", señaló, antes de recalcar que "no cree que ninguno de los soldados abrieran fuego".
En este sentido, Sibanda manifestó que los militares "dispararon al aire", pero reiteró que "no cree que ninguno hubiera disparado directamente contra civiles".
"Habríamos sido muy estúpidos si hubiéramos dado orden a las tropas para que abrieran fuego contra civiles con toda esa gente (observadores electorales y periodistas) en el país (con motivo de los comicios)", dijo.
Asimismo, explicó que, en caso de que los militares hubieran abierto fuego, "habría habido más muertos". "Cuando uno evalúa una situación, analiza cómo se puede gestionar mejor en el periodo más breve de tiempo y, en este caso, con la mínima fuerza, daños y pérdida de vidas", zanjó.
Un total de seis personas murieron tiroteadas y más de una decena resultaron heridas durante las protestas, que tuvieron lugar a raíz de las disputadas elecciones parlamentarias y presidenciales en el país africano.
Los seguidores de Chamisa se enfrentaron a las fuerzas de seguridad tras denunciar que las autoridades habían dado la victoria de forma injusta al gubernamental ZANU-PF y Mnangagwa en las parlamentarias y presidenciales, respectivamente.
El Ejecutivo ha sostenido desde entonces que no había orden de abrir fuego contra los participantes en protestas y ha argumentado que las víctimas podrían haber sido tiroteadas por opositores, si bien varios vídeos circulados en redes sociales muestran a soldados efectuando disparos.