China aumentará la vigilancia para reforzar la seguridad nacional

PEKÍN 13 May. (Reuters/EP) -

China tendrá todas las zonas públicas "claves" cubiertas con cámaras de videovigilancia en 2020 para luchar contra el crimen y garantizar la estabilidad social, según ha anunciado el Gobierno este miércoles.

El gigante asiático ya ha llevado a cabo una serie de medidas destinadas a prevenir ataques por parte de grupos extremistas, que incluyen proyectos de leyes antiterroristas que darán al Gobierno amplios poderes para realizar tareas de vigilancia y ofrecerán recompensas para quienes proporcionen información acerca de altercados violentos.

Asimismo se incorporarán a lugares públicos como carreteras cámaras que compartan la información con las autoridades, según ha informado a través de un comunicado la Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo.

"Construir una red de vigilancia de seguridad pública es una medida importante bajo el nuevo contexto para mantener la estabilidad social y la seguridad nacional, además de para prevenir y combatir crímenes terroristas violentos", ha agregado. El informe también ha destacado que las autoridades locales serán las encargadas de revisar que las cámaras funcionen.

El plan tiene como objetivo aumentar la vigilancia de la seguridad pública, optimizar las condiciones de tráfico y mejorar la gestión social y también se centrará en mejorar la seguridad en los hospitales y otros centros de salud, después de que una ola de violencia atentase contra médicos y enfermeras.

Como parte de una serie de medidas severas, el mes pasado el Gobierno chino anunció que establecería una base de datos nacional vinculada a la información del DNI y de las tarjetas de crédito. El país fue sacudido el año pasado por una serie de ataques con cuchillos y bombas, de los que se ha culpado a los separatistas de la región de Xinjiang, muchos de los cuales han sido detenidos.

Xinjiang es una región habitada mayoritariamente por uigures, musulmanes que hablan un dialecto turco y que a nivel nacional son minoría. Los uigures denuncian que son víctimas de una persecución política por parte de las autoridades chinas, mientras que el Gobierno acusa a los grupos uigures más radicales de estar detrás de una gran cantidad de atentados.