BEIJING 24 Oct. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El Gobierno chino ha anunciado la aplicación de una nueva regulación por la cual todos aquellos que "cojan tierra o piedras, planten o escriban en los muros" de la Gran Muralla podrán ser castigados con multas de entre 1.000 y 5.000 euros, informó hoy el diario local 'Beijing Youth Daily'. La multa podrá ascender hasta los 50.000 euros si los daños han sido causados por un grupo organizado de turistas.
La norma, que se pondrá en práctica a partir del próximo 1 de diciembre, establece también que se creará un cuerpo especial para garantizar la integridad de los 5.000 kilómetros de Gran Muralla, cuyos gastos serán sufragados por las diferentes provincias que ésta recorre.
Asimismo, se prohibirán las edificaciones en un perímetro no especificado, que quedará señalizado, y se prohibirá el acceso de visitantes a algunas zonas.
Los legisladores pretenden, además, animar a asociaciones y particulares a que realicen donaciones, que serán utilizadas en el mantenimiento de la muralla aunque, de producirse destrozos, ésta no será reconstruida, lo que demuestra un cambio en el concepto de "restauración" imperante entre las autoridades chinas hasta ahora.
El origen de la Gran Muralla suele establecerse hacia el año 200 a.C., cuando el célebre emperador Qin Shihuang --el mismo de los guerreros de terracota--, ordenó que se unieran varios tramos de muros existentes desde hacía siglos para protegerse de las invasiones mongolas.
En septiembre pasado, el Ejecutivo chino ratificó un proyecto de ley por el cual se ordenaba la protección de la Gran Muralla, considerada uno de los iconos más reconocibles de China, al considerar que ayudaría a "promocionar el patriotismo y a desempeñar un importante papel en el desarrollo de los valores espirituales".