BEIJING, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo chino será el único órgano autorizado para dictar la pena capital en el país a partir de enero de 2007, cuando entre en vigor la nueva reforma de la ley.
Se trata, según anunció hoy la agencia oficial Xinhua, de la reforma más importante con respecto a la pena de muerte realizada en las dos últimas décadas.
La enmienda de la ley establece que las sentencias dictadas por los tribunales provinciales en las que se dicte una condena a muerte serán revisadas y ratificadas por el Tribunal Popular Supremo, la máxima instancia judicial del país, antes de poder aplicarse.
Según el presidente del tribunal, Xiao Yang, de esta forma se podrán cumplir todas las garantías legales y los "defendidos tendrán una oportunidad más de ser escuchados", afirmó.
Hasta 1983, había sido el Tribunal Supremo el organismo encargado de dictar estas sentencias, pero ese año se decidió conceder esta competencia a los tribunales locales para reducir la criminalidad.
Según expertos chinos, en China se han efectuado este año 1.770 ejecuciones, pero según Amnistía Internacional cada año son ejecutadas entre 8.000 y 10.000 personas en este país.
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