China.- Derrumban la "casa uña" en China después de que sus propietarios aceptaran la indemnización

Actualizado: martes, 3 abril 2007 15:34

BEIJING, 3 Abr. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

La "casa uña" china cuya imagen, sobresaliendo en el medio de un solar inmenso en obras, recorrió las últimas semanas la prensa de todo el mundo, ya no existe, ya que fue derrumbada hoy después de que sus propietarios terminaran aceptando la indemnización ofrecida por la compañía inmobiliaria que había adquirido el terreno.

La demolición del edificio, de dos pisos, tuvo lugar anoche, después de que abandonaran la casa sus propietarios, y llevó unas tres horas, según ha informado la prensa oficial.

El matrimonio Wu Ping y Yang Wu comenzó su batalla por una indemnización justa hace ya tres años en el centro de la municipalidad de Chongqing (centro-sur de China), pero su historia no ha llegado a alcanzar eco hasta poco después de que el Parlamento chino aprobara, a principios de marzo, la histórica ley que equipara la propiedad pública y privada, y que el actual Gobierno ha defendido asegurando que servirá para garantizar los derechos de los ciudadanos.

La pareja, que regentaba un restaurante y había protestado porque los constructores les habían ofrecido dos plantas altas en un nuevo edificio, se negó a trasladarse tal y como hicieron el resto de las 280 familias que vivían en el actual solar, y han pasado tres años sin agua ni electricidad. Un tribunal local dictó el pasado 19 de marzo que el edificio debía ser desalojado, y fue entonces cuando la pareja decidió llamar a la prensa y denunciar su caso.

La batalla ha dado frutos, y el matrimonio recibirá ahora un nuevo apartamento más caro que el que les habían ofrecido anteriormente y una compensación de 95.000 euros para los gastos del traslado, una verdadera fortuna para los estándares chinos, y que Wu y Yang irán recibiendo en cuotas mensuales a lo largo de 30 meses.

El término "casa uña" utilizado por los medios chinos hacía referencia a la apariencia del edificio, que sobresalía en un socavón de 17 metros de profundidad, pero también jugaba con una expresión en mandarín relativa a aquellos que no se avienen a las órdenes oficiales.

Según declaraciones recogidas en Xinhua de Zhang Li, jefe de Justicia local, el caso pone en evidencia que "dueños y constructores deberían, para construir una sociedad armoniosa, ser considerados el uno con el otro y buscar la vía negociada para resolver disputas".

Desde Internet los ciudadanos que han apoyado la actitud de Wu y Yang, que de alguna manera cuestiona la equidad tanto de los gobiernos locales como de los tribunales, que a menudo actúan en connivencia con los empresarios, han sido mayoría: el 85 por ciento de los participantes en una consulta organizada por la web 'Sina.com' apoyaron la iniciativa de la pareja, a los que algunos han llegado a calificar de "héroes".

Pero también es probable que en el futuro iniciativas como ésta no obtengan el mismo beneplácito de las autoridades locales. "No deberíamos crearle tantos problemas al Gobierno", comentó un vecino de la pareja citado por la oficial Xinhua.