Dice que "China nunca permitirá a la Iglesia del país quedar sujeta a dominación extranjera, ni actuar como en la era semicolonial"
BEIJING, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Asociación Católica Patriótica de China, Liu Bainian, defendió hoy la política de ordenación de obispos por parte de las autoridades chinas sin consentimiento del Vaticano, argumentando que ha sido precisamente esta política la que ha permitido la expansión del catolicismo en el país.
"El actual desarrollo próspero de la Iglesia Católica China se debe totalmente a la práctica a largo plazo de seleccionar y ordenar de forma independiente a sus obispos", señaló en una entrevista con Xinhua este dirigente laico de la Iglesia China.
"China nunca permitirá a la Iglesia del país quedar sujeta a cualquier dominación extranjera, ni actuar como la Iglesia de la era semicolonial y semifeudal", afirmó Liu, añadiendo que "los obispos deben ser patrióticos, un requisito tanto de la Iglesia china como del pueblo chino".
Según la Asociación de la que Liu es vicepresidente, en la actualidad hay en China un total de cinco millones de creyentes registrados oficialmente, frente a sólo 2,7 millones en 1958. "El desarrollo de la Iglesia Católica China en los últimos 20 años ha resultado más rápido que el de los anteriores 300 años", afirmó.
Liu explicó que en 1980 había en China 33 obispos en las 97 diócesis y eso dejaba a la Iglesia en una grave situación y por eso, ese mismo año, en un congreso nacional, los católicos chinos decidieron seguir con el principio de seleccionar y ordenar independientemente a los obispos "con el fin de restaurar y desarrollar lo más pronto posible la Iglesia".
Siguiendo este principio China ha nombrado a más de 110 obispos desde 1979. "La realidad ha demostrado que los obispos que hemos seleccionado y ordenado son cualificados", destacó Liu.
Este responsable argumentó que "ya que los católicos de otros países están sujetos a sus gobiernos, es razonable que los católicos chinos también lo estén con el Gobierno chino".
Asimismo, Liu descartó la posibilidad de que China nombre a los obispos después de que se establezcan las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano, indicando que "los asuntos diplomáticos no deben ser una condición previa para los religiosos".
