China/EEUU.- China acusa a EEUU de interferir en su política interna tras el encuentro de Bush con una activista uigur

Actualizado: jueves, 7 junio 2007 14:28

BEIJING, 7 Jun. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

El Ministerio de Exteriores chino ha calificado la reunión en Praga del presidente estadounidense, George W. Bush, con la activista uigur Rebiya Kadeer, defensora de los derechos de la población autóctona de la región china de Xinjiang, de "flagrante" interferencia en la política nacional del país.

"Las actividades y acciones de EEUU constituyen una flagrante intromisión en los asuntos internos de chinos. Expresamos nuestro enorme malestar y firme oposición", declaró hoy, en rueda de prensa regular, Jiang Yu, portavoz de la cartera de Exteriores.

Jiang señaló también que, "como todo el mundo sabe, Rebiya es una criminal convicta", en referencia a los seis años que pasó en la cárcel la en otro tiempo exitosa empresaria y miembro de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (el órgano asesor nacional) tras su caída en desgracia por convertirse en portavoz de las demandas de su pueblo. Kadeer, que se encuentra exiliada en Estados Unidos desde 2005, fue además candidata al premio Nobel de la Paz el año pasado.

La portavoz china respondió también, de manera indirecta, a las declaraciones de Bush antes de su encuentro con Kadeer. El presidente estadounidense criticó que China se haya lanzado a una apertura económica "sin abrir su sistema político", a lo que Jiang ha replicado hoy afirmando que en los últimos 30 años "China ha disfrutado de un desarrollo económico, estabilidad social y un importante desarrollo de la democracia y el sistema legal". "El pueblo chino goza de diversos tipos de derechos humanos y libertades, según marca la ley", agregó.

En un discurso previo a su reunión con la activista, Bush declaró que "el talento de hombres y mujeres como Rebiya es el mayor recurso de sus naciones, mucho más que las armas de su Ejército o el petróleo subterráneo", en velada referencia a los ricos pozos de crudo existentes en la deprimida región de Xinjiang, que están sirviendo para espolear el apabullante crecimiento económico chino.

También tuvo palabras el presidente norteamericano para los hijos de Kadeer (tres se encuentran en prisión y una ha sido sometida a arresto domiciliario), ya que, dijo Bush, su arresto "es un ejemplo de cómo utiliza China a los inocentes miembros de la familia como rehenes para silenciar a los disidentes políticos".

La región de Xinjiang (literalmente, "Nueva frontera" en mandarín) no fue parte de China hasta finales del siglo XIX y es hogar de diversas poblaciones ligadas étnica, religiosa, cultural e incluso lingüísticamente con Asia Central. Los uigures representaban la población mayoritaria hasta que China comenzó a poner en práctica, a mediados del siglo XX, su política de repoblación con ciudadanos han (la etnia china), que ahora son ligera mayoría y ocupan los puestos de decisión.

Diversos movimientos de liberación de Xinjiang fueron catalogados como terroristas tras los sucesos del 11-S y después de que China decidiera apoyar a Occidente en su lucha contra el terrorismo islámico. Beijing ha defendido repetidamente que grupos como el Movimiento Islámico del Turkestán Oriental están íntimamente ligados a Al-Qaeda. Sin embargo Bush, con este manifesto apoyo a la causa de Kadeer, parace querer decirle a China que ya no acepta el argumento de que todos los musulmanes y todas sus reivindicaciones territoriales son terrorismo.