PARÍS 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
La organización humanitaria Reporteros sin Fronteras (RSF) expresó hoy su "inmenso alivio" por la liberación anticipada del periodista chino Gao Qinrong, condenado en 1999 a trece años de cárcel por denunciar un escándalo de corrupción en el que estaban implicados altos responsables de la región de Shanxi (al suroeste de Beijing).
"Gao Qinrong, injustamente condenado a una grave pena de cárcel, ha pagado muy caro su trabajo periodístico sobre la corrupción que gangrena a China Popular", indicó la organización en un comunicado. "Nos alegramos de que haya salido en libertad, pero es importante recordar que el periodista ha pasado ocho años de su vida en la cárcel, y que otros 31 periodistas se encuentran actualmente detenidos por querer informar libremente a la población", prosiguió la organización.
Gao, corresponsal de la agencia oficial Xinhua, fue detenido el 4 de diciembre de 1998 tras denunciar un escándalo de corrupción relacionado con un proyecto de irrigación en la provincia de Shanxi. El 28 de abril de 1999 le condenaron a trece años de cárcel por "corrupción" y "proxenetismo". En tres ocasiones, en 2002, 2004 y 2006, el periodista ha conseguido reducciones de condena.
En conversación telefónica, Gao confirmó a Reporteros sin Fronteras que el pasado 7 de diciembre de 2006 salió en libertad de la cárcel número uno de Qixian, en la provincia de Shanxi. La libertad le ha llegado cinco años antes del final de la condena inicial, ya que se le ha aplicado una tercera reducción de condena por su "buena conducta" en la cárcel.
"Mi salud no es muy mala. Ahora tengo que descansar en mi casa, pero pienso también recurrir a la Justicia para que me declaren inocente", explicó desde su domicilio de Taiyuan, en la provincia de Shaxi.
Gao Qinrong se mostró muy preocupado por las amenazas de personas a las que implicó en sus investigaciones. En efecto, uno de los que fueron acusados junto a él recibió una paliza por parte los secuaces de un responsable político el mismo día de su liberación, en 2003. Gao Qinrong ha conseguido que la Policía y las autoridades penitenciarias le llevaran a su domicilio en un vehículo oficial, y poder disponer de protección.
Los allegados, y los antiguos colegas del periodista, le han advertido de que sea prudente por temor a que algunos antiguos responsables políticos sigan intentado vengarse de sus artículos, publicados en los medios de comunicación en 1998, según RSF.
Gao Qinerong, que ahora tiene 51 años, ha aplaudido el apoyo de periodistas, medios de comunicación y Reporteros sin Fronteras, que le han defendido y apoyado durante los largos años de su detención. Varios países occidentales habían escrito su nombre en la lista de los presos de opinión cuya libertad pedían.