China/Tíbet.- El espionaje británico dice que las revueltas en Tíbet fueron provocadas por soldados chinos disfrazados

Actualizado: viernes, 28 marzo 2008 10:01

BEIJING, 28 Mar. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

Los violentos altercados que tuvieron lugar en Lhasa el pasado 14 de marzo, y que desencadenaron una serie de protestas en todo el territorio tibetano que todavía continúan, fueron incitados por el Ejército de Liberación Popular (EPL, Ejército de la República Popular China), con el propósito de tener una excusa para endurecer la represión contra los tibetanos, según el servicio de espionaje británico.

Las conclusiones del GCHQ, la agencia gubernamental de comunicaciones británica, coinciden así con las denuncias en este sentido pronunciadas por el Dalai Lama.

Según recoge hoy el diario 'Epoch Times', el servicio británico desplazó los satélites con que cuenta para seguir de cerca la situación, y las imágenes captadas confirman que China, y en concreto su ejército, utilizó alborotadores para iniciar los disturbios.

Aparentemente, lo que el Gobierno no se esperaba es que las manifestaciones se extendieran a muchas otras localidades, no sólo en la región autónoma de Tíbet sino también en provincias con importantes comunidades de tibetanos como Sichuan, Qinghai y Gansu.

En cualquier caso, también habría que confirmar, algo que la información no menciona, si realmente el Gobierno estaba al tanto y apoyaba el plan. El EPL sigue contando con muchísima influencia y posturas más conservadoras que el actual Gobierno en el poder.

En anteriores ocasiones, como cuando China destruyó con un misil, hace más de un año, uno de sus satélites meteorológicos (poniendo en evidencia que cuenta con la tecnología necesaria para inutilizar los satélites espías de otras potencias), se rumoreó que la orden no había salido directamente desde el Gobierno, sino desde el EPL.

Desde que las revueltas se extendieron Beijing ha estado apuntando hacia el "Dalai Lama y su camarilla" como el cerebro de las protestas, en las que según China han fallecido una veintena de personas (19 en Lhasa) y, según fuentes tibetanas, al menos un centenar.

Viniera de donde viniese el plan, lo que sí parece claro es que hubo algún tipo de organización en los sucesos del 14 de marzo, ya que las protestas se produjeron de forma simultánea en varios focos, según los testigos. De acuerdo con la corresponsal de la hongkonesa Phoenix Tv, una de las pocas periodistas que presenciaron los hechos, muchos de los comercios y viviendas que después fueron quemados habían amanecido ese día con un extraño símbolo escrito en sus puertas.