China/Vaticano.- China advierte al cardenal Zen de que no debe inmiscuirse en los asuntos políticos

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 23 febrero 2006 13:38

El purpurado espera poder contribuir al establecimiento de relaciones diplomáticas entre Beijing y la Santa Sede

HONG KONG, 23 Feb. (EP/AP) -

El Gobierno chino lanzó hoy una primera aviso al cardenal de Hong Kong Joseph Zen --que será nombrado oficialmente en el Consistorio del 24 de marzo-- y le advirtió de que no interfiera en cuestiones políticas.

"Hemos tomado nota del nombramiento de Zen. Pensamos que las personalidades religiosas no deben interferir en la política", declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Liu Jianchao, en rueda de prensa en Beijing.

Zen es un firme defensor de los católicos chinos que profesan su fe en la clandestinidad, y un promotor de la democracia en Hong Kong, región semiautónoma china --desde que fue devuelta por Londres en 1997-- donde algunos cargos son de elección directa.

Aún no está claro si Zen permanecerá en Hong Kong o si recibirá un puesto en el Vaticano, ya que había pedido a la Santa Sede retirarse como obispo a los 75 --pero como cardenal puede ser elector hasta los 80--. Cuando se haga oficial su nombramiento, será el primer cardenal de la República Popular China. Hay otro cardenal de etnia china, pero en Taiwan, el cardenal Shan Kuo Hsi.

Sin embargo, Zen, en rueda de prensa en Hong Kong, afirmó que no cree que China le considere un enemigo y espera poder contribuir al establecimiento de relaciones entre el Gobierno chino y la Santa Sede.

No quiso aventurar un calendario para el restablecimiento de relaciones, pero confió en que pueda lograrse antes de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. A su juicio, los obstáculos tradicionales --el reconocimiento de Taiwan por parte de la Santa Sede y el deseo chino de seguir nombrando obispos-- pueden resolverse, pero hay otros.

"Las iglesias chinas han vivido en una situación muy especial desde hace mucho tiempo. El Estado controla las iglesias estrechamente, así que normalizar la situación, permitir libertad religiosa total como en otros países no es un asunto simple", argumentó. Sin embargo, se mostró convencido de que "hay voluntad en las dos partes".

Zen, de 74 años, recordó que visitó Beijing en 2002, tras ser ordenado obispo, que ha enseñado en seminarios en el país entre 1994 y 1999, y que ha viajado a Shanghai y Cantón, rebatiendo así que tenga vetada la entrada en China continental.

A su juicio, su nombramiento es "un signo de especial benevolencia del Santo Padre con el pueblo chino". China obligó a los católicos a cortar relaciones con el Vaticano en 1951, tras la llegada al poder del Partido Comunista. El culto sólo está permitido en las iglesias controladas por el Gobierno, que reconoce al Papa como líder espiritual de los católicos pero nombra sus propios sacerdotes y obispos. Millones de fieles practican su religión de manera clandestina.

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