El CICR pide no olvidar a las decenas de miles de sirios desplazados por la ofensiva contra Estado Islámico

Civiles huyen de la ofensiva contra Estado Islámico en Baghuz, este de Siria
Aboud Hamam/dpa
Publicado: lunes, 4 marzo 2019 19:04

Advierte de que cada grupo de desplazados que llega a Al Hol "parece estar en estado peor que el anterior"

MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha criticado este lunes que la atención se haya centrado solo en los milicianos de Estado Islámico y sus familias que abandonan el último reducto del grupo terrorista en el este de Siria, obviando a las decenas de miles de sirios que se han visto desplazados por la ofensiva y que viven en pésimas condiciones en el campamento de Al Hol, en el noreste.

"La comunidad internacional centra su atención en los combatientes extranjeros y sus familias, relativamente poco numerosos, pero no hay que olvidar a las decenas de miles de sirios que viven en los campamentos y que necesitan ayuda urgente", ha reivindicado el jefe de la delegación del CICR en Siria, Philip Spoerri.

"Tras la ola de personas recién llegadas, el campamento no da abasto", ha subrayado el responsable del CICR. Según la ONU, unas 45.000 personas han llegado a este campo de desplazados, en la provincia de Hasaka, desde el pasado mes de diciembre, 13.000 de ellos solo en la pasada semana.

"Las noches son muy frías y, según se ha informado, más de veinte niños han muerto de frío en las últimas semanas. La gente, como no puede guarecerse en ningún lugar cerrado, debe arroparse como puede. Algunos ni siquiera tienen una tienda de campaña y están expuestos a la lluvia, al viento y al frío", ha denunciado Spoerri.

La Misión de la ONU en Siria indicó la semana pasada que al menos 84 personas han muerto intentando llegar a Al Hol o poco después de hacerlo, correspondiendo dos tercios de esta cifra a niños menores de cinco años. Además, 175 niños han sido hospitalizados por desnutrición.

Así las cosas, el CICR se ha mostrado particularmente preocupado por la situación de los menores no acompañados, así como por la de otras personas especialmente vulnerables. Las mujeres y los niños que llegan a Al Hol no han dormido, tienen hambre y frío y se encuentran en estado de shock, subraya el organismo en un comunicado, en el que incide en que "cada grupo de personas que llega parece estar en peor estado que el anterior".

Los recién llegados, incluidas las familias con lactantes, deben dormir a la intemperie expuestos al frío y a la lluvia, protegidos solamente por unas mantas colgadas de las vallas, según el CICR.

UN NIÑO DE 8 AÑOS QUE BUSCA A SU MADRE

El organismo internacional ha puesto como ejemplo el caso de un niño de 8 años, en estado de ansiedad que corría de un lado a otro del campamento de Al Hol en busca de su madre. El personal del CICR le ofreció un plato de comida de su cocina comunitaria, pero lo rechazó, asegurando que lo único que quería a su madre. A continuación se sentó en el suego y se tapó la cara con sus manos.

También se ha referido al caso de una adolescente no acompañada que se ocupaba de un bebé al que se encontró entre los escombros de un edificio. "La pequeña está enferma y débil. No habla y casi no camina", ha contado la adolescente al CICR. "Sus padres murieron en un bombardeo. Nadie sabe nada de su familia y tampoco se sabe cómo se llama", ha precisado.

El CICR y la Media Luna Roja Siria han instalado una cocina comunitaria donde se sirven comidas calientes desde mediados de febrero a las personas recién llegadas a Al Hol. En los últimos días se han visto obligados a aumentar el número de comidas diarias hasta las 6.500 ante el incremento en las llegadas. Estas comidas incluyen arroz, verduras, bulgur y frijoles.

Asimismo, ambas organizaciones instalaron 30 letrinas en febrero, pero ante la llegada continuada de desplazados ya no son suficientes para atender las necesidades y es necesario construir más. El CICR también lleva a cabo la distribución de miles de botellas de agua a los recién llegados y cada día se transportan en camión 98.000 litros de agua potable al campamento.