Cinco menores detenidos por el incendio criminal del autobús de Marsella


PARÍS, 31 Oct. (EUROPA PRESS/Javier Gómez Muñoz) -

Cinco menores de edad han sido detenidos esta mañana en Marsella como sospechosos de haber participado en la quema de un autobús, el pasado sábado 23, que provocó heridas muy graves a una estudiante senegalesa de 26 años que no fue capaz de abandonar a tiempo el vehículo.

El fiscal de Marsella, Jeacques Beaume, explicó que los cinco jóvenes fueron detenidos en sus respectivos domicilios familiares. Su arresto responde a diferentes "testimonios", de los pasajeros del autobús y de los habitantes del barrio, que les relacionan con ese acto criminal. La Fiscalía todavía no ha decidido si pedirá su procesamiento.

Cuatro de los posibles malhechores tienen 17 años y uno de ellos sólo 15, pero todos constaban ya en los registros policiales, a pesar de su corta edad, por diferentes motivos, uno de ellos de gravedad, aunque el fiscal no ofreció más detalles.

El fiscal explicó que los agresores ya provocaron un pequeño altercado en el primer paso del autobús por la parada, "unos minutos antes del crimen". "La convicción de la conductora es que eran los mismos, lo que significaría una preparación" del atentado, añadió Beaume.

Los cinco jóvenes, de probarse su culpabilidad, podrían enfrentarse a penas de 30 años de reclusión e incluso de pena perpetua si la joven herida falleciese con motivo de las heridas que le causó el siniestro. El diario 'Le Parisien' afirma hoy que las cámaras de vigilancia del autobús filmaron a los agresores, por lo que la Policía contaría con pruebas suficientes para poder identificarlos.

Mama Galledou, joven senegalesa de 26 años, que estudia Nutrición en esta ciudad gala, se debate todavía entre la vida y la muerte con quemaduras en el 62 por ciento de su cuerpo. Su pronóstico vital es reservado y se encuentra en coma artificial con asistencia respiratoria.

Los cinco sospechosos viven en zonas aledañas a la rotonda en la que fue atacado el autobús de la línea 32. Se trata de un barrio considerado difícil por la Policía, con multitud de problemas sociales. Según la conductora del autocar, los jóvenes "rociaron los asientos con gasolina y les prendieron fuego, con los pasajeros dentro".