JERUSALEN, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -
El cirujano jefe del primer ministro israelí, Ariel Sharon, aseguró ayer que es aún demasiado pronto para evaluar los daños de la hemorragia cerebral grave que sufrió el mandatario el pasado miércoles, tras ser intervenido de emergencia durante la mañana (hora española).
Esta última operación, la segunda de los últimos dos días, fue realizada durante cinco horas por el doctor Felix Umansky, al detectarse en un escáner cerebral un incremento de la presión craneal y una hemorragia de sangre cerebra, además de un aumento en la tensión arterial, según informaba el director de Hospital Hadassah, Shlomo Mor Yosef . Al finalizar la intervención, las fuentes del hospital indicaban que el estado de salud de Sharon era "estable pero serio", después de estabilizar la presión del cráneo.
Posteriormente, Umansky señalaba a través del teléfono que el mandatario había superado la operación "muy bien, el nuevo escáner es bueno y se encuentra estable, en cuidados intensivos".
En referencia a las posibles consecuencias aseguró que "siempre hay daños cuando se sufre una hemorragia cerebral". "No podemos asegurarlos porque (Sharon) se encuentra anestesiado. Tenemos que esperar y ver qué pasa cuando reduzcamos la medicación que le mantiene sedado", afirmó. Asimismo tampoco se puede hablar de su situación neurológica o una posible parálisis, confirmó el doctor, quien añadió que el primer ministro israelí permanecerá en coma farmacológico inducido al menos hasta el domingo por la tarde.