Colombia ve "señales de alerta" en Nicaragua y pide elecciones "democráticas"

La vicepresidenta  y canciller de la República de Colombia, Marta Lucía Ramírez, interviene en un coloquio organizado por Europa Press y Estudio de Comunicación de Foro América
La vicepresidenta y canciller de la República de Colombia, Marta Lucía Ramírez, interviene en un coloquio organizado por Europa Press y Estudio de Comunicación de Foro América - Alberto Ortega - Europa Press
Actualizado: martes, 15 junio 2021 9:36

"Tenemos que aprender a reaccionar rápidamente cuando hay una democracia en peligro", apunta Marta Lucía Ramírez al hablar de Venezuela

MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

La vicepresidenta y ministra de Exteriores de Colombia, Marta Lucía Ramírez, ha descrito las recientes detenciones de opositores en Nicaragua como "señales de alerta" previas a las elecciones de noviembre, que deberían ser "democráticas", y ha advertido de la necesidad de actuar, recordando los efectos que tuvo una actitud "pasiva" de la comunidad internacional en el caso de Venezuela.

Ante las "señales de alerta", Ramírez cree que "el silencio no es la mejor manera de reacción", por lo que ha defendido la necesidad de trabajar para que América Latina sea una región de "libertades".

La vicepresidenta colombiana, que ha participado en un encuentro organizado en Madrid por Europa Press y Estudio de Comunicación, ha señalado que "para cualquiera es preocupante cuando en un proceso electoral se produce la captura de distintos competidores", en alusión al arresto de cuatro precandidatos en Nicaragua.

Así, espera "una elección transparente, democrática y libre del pueblo nicaragüense" en noviembre, cuando el presidente, Daniel Ortega, volverá a presentarse a los comicios para tratar de seguir en el poder.

Ramírez ha aludido también a Venezuela, país al que considera sumido en un "desastre" después de que en su día se diese "el beneficio de la duda" al movimiento lanzado por Hugo Chávez. "Se destruyó la riqueza", ha lamentado, fruto de una concatenación de factores en el que incluye "decisiones equivocadas" y una actitud internacional "pasiva".

"Tenemos que aprender todos a reaccionar rápidamente cuando hay una democracia en peligro", ha enfatizado, recordando que Colombia ha sido "coherente" y ha antepuesto las necesidades humanitarias para responder a emergencias como la llegada de migrantes y refugiados venezolanos, "un desafío enorme".

Ramírez ha defendido las medidas adoptadas por su Gobierno, incluido el Estatuto Temporal de Protección para los migrantes, teniendo en cuenta que no espera que puedan volver "a corto plazo". En este sentido, ha recalcado que trabajan para tratar a los venezolanos emigrados "exactamente igual" que a los colombianos, por ejemplo dotándoles también de vacunas contra la COVID-19.

POLARIZACIÓN EN PERÚ

Sobre el 'impasse' político en Perú tras las últimas elecciones presidenciales, que aún se disputan Pedro Castillo y Keiko Fujimori, la jefa de la diplomacia colombiana ha atribuido la situación actual, de "gran incertidumbre", a la "polarización".

"Esperamos que Perú no vaya a cambiar su patrón de crecimiento estable, incluyente, y que la polarización política no vaya a generar mayores fracturas en esa sociedad", ha añadido Ramírez, quien confía en que, una vez resuelta la incertidumbre, la población peruana pueda "rodear" a quien esté en el Gobierno y así la democracia siga avanzando.

Por otra parte, la vicepresidenta colombiana ha echado la vista más al norte, hacia Estados Unidos, para reivindicar que Colombia siempre ha tenido "una relación estrecha" con el país norteamericano, con el que comparte valores y mensajes comunes.

Sin embargo, al mismo tiempo ha echado en falta que Estados Unidos, desde hace "muchos años", no haya tenido una "verdadera estrategia" hacia América Latina. "Ojalá la haya en esta Administración", ha dicho, en alusión al gabinete conformado en enero por el demócrata Joe Biden, que por ahora se ha centrado en Centroamérica para atajar cuestiones como la migración.

Ramírez ha apostado igualmente por una mayor integración en la región, asumiendo que "la relación solamente bilateral no es suficiente". En este ámbito, considera que la Alianza del Pacífico constituye un "excelente espacio" sobre el que seguir trabajando.