CONAKRY, 22 Oct. (Reuters/EP) -
Cinco activistas y opositores han sido condenados este martes en Guinea a penas de cárcel por organizar las protestas de la semana pasada contra la posible enmienda de la Constitución que permitiría optar a un tercer mandato al presidente del país, Alpha Condé.
Abdourahmane Sanoh, un exministro y organizador de las protestas que se saldaron con al menos nueve muertos, ha sido condenado a un año de cárcel por incitar a la desobediencia civil, según ha señalado el juez del caso.
Otros cuatro miembros del Frente Nacional para la Defensa de la Constitución (FNDC), una coalición de políticos y activistas contrarios a la reforma constitucional, han recibido penas de seis meses de cárcel, mientras que tres más han sido absueltos.
Tanto la defensa como la acusación, que había solicitado 5 años de cárcel, han anunciado que apelarán el fallo. Los imputados fueron detenidos en los días previos a las protestas.
"Se ha hecho todo lo posible para silenciar a nuestros clientes durante mucho tiempo porque se ha decidido que serán obstáculos para el plan (de Condé) de buscar un tercer mandato", ha denunciado Mohamed Traoré, uno de los abogados, en declaraciones a la prensa tras conocerse el veredicto.
Condé, de 81 años y cuyo segundo y último mandato de cinco años expira en 2020, se ha negado a descartar volverse a presentar y pidió a su gobierno el mes pasado que estudiara la redacción de una nueva Constitución.
Sus detractores temen que pueda usarse para poner a cero el contador de su presidencia, permitiéndole presentarse de nuevo igual que han hecho otros líderes africanos que han enmendado o modificado las constituciones de sus países en los últimos años para seguir en el poder.
Durante las protestas de la semana pasada en Conakry y en varios bastiones opositores en el norte, la Policía abrió fuego contra los manifestantes, que saquearon puestos militares y bloquearon carreteras con neumáticos ardiendo.
La primera victoria de Condé en 2010 generó la esperanza de progreso democrático en Guinea tras dos años de gobierno militar y casi un cuarto de siglo bajo el autoritario presidente Lansana Conté, que murió en 2008. Pero sus detractores le acusan de asfixiar a la disidencia y reprimir con violencia las protestas, algo que el mandatario niega.
