Continúan sin identificar al autor de la masacre de la Universidad de Virginia en la que murieron 33 personas

Actualizado: martes, 17 abril 2007 10:54


BLACKSBURG, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

Al menos 33 personas murieron y otras 15 resultaron heridas de diversa consideración a causa de dos tiroteos ocurridos ayer en la Universidad Técnica de Virginia, en Estados Unidos. Entre los fallecidos se encuentra el tirador que se suicidó tras realizar la masacre.

El suceso terminó ayer con el suicidio del atacante unas dos horas después de que se produjera el primer tiroteo, antes de que la Universidad pudiera asimilar lo sucedido y alertara a los estudiantes.

Según algunos testigos de lo sucedido, el atacante era un joven con rasgos asiáticos, aunque aún no ha podido ser identificado, ni los investigadores han aclarado el motivo de la masacre.

El director de la universidad, Charles Steger, indicó que se trata de una "tragedia" de "dimensiones monumentales", por lo que la institución se encuentra "bajo shock" y "profundamente horrorizada".

Sin embargo, Steger también debió hacer frente a preguntas difíciles sobre el modo en que la universidad gestionó la emergencia y si hizo lo suficiente para alertar a los estudiantes y protegerles tras el primer tiroteo. En este sentido, algunos estudiantes se quejaron de que la primera información que recibieron al respecto fue un correo electrónico recibido más de dos horas después del primer ataque.

Armado con dos revólveres y múltiples cargadores de munición, el asaltante abrió fuego a las 7.15 horas de ayer (12.15 hora española) en el cuarto piso de la residencia de West Ambler Johnston y posteriormente llegó a un edificio de clases a poca distancia, el Norris Hall, en donde abrió fuego de nuevo unas dos horas después. Algunas de las puertas del Norris Hall fueron halladas cerradas con cadenas desde dentro, aparentemente por el atacante.

Como consecuencia del primer asalto, murieron dos personas, en lo que las autoridades pensaron en un primer momento que se trataba de un "asunto doméstico", según explicó Steger. Otras 31 personas --entre ellas el agresor que se suicidó-- murieron en el segundo tiroteo, que causó también heridas a 15 personas, algunas de ellas en estado grave.

En una conferencia de prensa ofrecida por el jefe de Policía, Wendell Flinchum, éste rehusó descartar la posibilidad de que una segunda persona estuviera implicada en los hechos como conspiradora o tiroteadora. Así, indicó que la Policía interroga a "una persona de interés" en el tiroteo de la residencia y que conocí a una de las víctimas, aunque declinó ofrecer más detalles. Y aunque creen que los dos ataques fueron obra de la misma persona, no descartan que fueran dos los implicados, por lo que aclaró que serán las pruebas de balística las que relacionarán o no los dos hechos.

Durante la masacre, algunos estudiantes saltaron por las ventanas presos del pánico y otros con ayuda de profesores evacuaron a algunos de los heridos sin esperar a que llegaran las ambulancias, aunque algunos quedaron atrapados por las puertas cerradas con cadenas.

Alec Calhoun, un joven de 20 años, explicó que se encontraba en clase en torno a las 9.05 (14.05 hora española) cuando escucharon los disparos en la clase de al lado. "Debí ser el octavo o el noveno que saltó, y creo que fui el último", describió Calhoun, quien tras caer sobre unos arbustos salió corriendo.

Este estudiante indicó que los dos jóvenes que le seguían recibieron disparos, pero cree que sobrevivieron. Sin embargo, añadió que antes de saltar por la ventana se giró y vio cómo el profesor se quedaba atrás, quizá para bloquear la puerta, y murió.

Por su parte, un estudiante de alemán, Trey Perkins, de 20 años de edad, indicó a 'The Washington Post' que el tirador entró a la clase sobre las 9.50 (14.50 hora española) y abrió fuego durante un minuto y medio, aproximadamente, descargando cerca de 30 disparos.

El primer disparo alcanzó al profesor en la cabeza y después disparó contra los estudiantes, aseguró Perkins. Este estudiante describió al atacante como un joven de 19 años "con una expresión en la cara muy seria pero calmada".

Erin Sheehan, que también se encontraba en la clase de alemán, explicó al periódico estudiantil 'Collegiate Times' que ella fue una de las únicas cuatro personas que consiguieron salir de la clase en la que había otras 24 personas, que resultaron muertas o heridas. Al describir al agresor, Sheehan dijo que "simplemente parecía un chico normal, asiático, pero vestía una especie de uniforme de boy scout".

Los estudiantes se han quejado de que no se informó de lo sucedido tras el primer tiroteo, y muchos de ellos indicaron que supieron del primer asalto al recibir un correo electrónico que llegó poco antes de que se produjera el segundo.

Por ello, un estudiante de 18 años llamado Billy Bason denunció que "la universidad tiene sangre en sus manos por su falta de acción tras el primer incidente".

A este respecto, el director de la universidad, Charles Steger, defendió la conducta de la institución y recordó que las autoridades pensaron que el tiroteo en el dormitorio se debió a una "disputa doméstica" y pensaron equivocadamente que el agresor había abandonado el campus. "No teníamos razones para sospechar que otro incidente fuera a ocurrir".