Corea.- Corea del Norte acusa a Estados Unidos de llevar la situación en la península coreana "al borde de la guerra"

Actualizado: sábado, 1 julio 2006 6:18

SEOUL, South Korea (AP)

Corea del Norte ha acusado al Gobierno de Estados Unidos de conducir la situación "al borde de la guerra" y afirmó que está completamente preparada para contrarrestar cualquier agresión norteamericana.

El Comité para la Reunificación Pacífica de la patria remitió un comunicado ayer viernes en el que se explicaba "que la grave situación que ha llevado a la península al borde de la guerra prueba una vez más que la paz se mantiene gracias a nuestro eficaz contingente de guerra".

El comunicado explicaba que "nuestro Ejército y nuestro pueblo está completamente preparado para tratar con las provocaciones y desafíos norteamericanos".

El mensaje desafiaba el reciente despliegue de un avión espía norteamericano U-2 en Corea del Sur para coordinar el país comunista, afirmando que formaba parte de unos preparativos para la invasión de Corea del Norte.

El subsecretario de Estado norteamericano, Christopher Hill, afirmó el jueves en rueda de prensa que hay un amplio consenso entre los miembros del consejo de seguridad de Naciones Unidas sobre el hecho de que la prueba que podría realizar Corea del Norte de un misil de largo alcance supondía "un serio problema de seguridad internacional".

Hill afirmó que dicho lanzamiento levantaría muchas dudas acerca de las negociaciones multilaterales sobre el programa de desarme nuclear norcoreano. Sin embargo, añadió que Estados Unidos permanece dispuesto a regresar a la mesa de negociaciones de forma incondicional.

Hill no precisó que medidas tomaría Estados Unidos si Corea del Norte probara el misil, pero sí señaló que "tomaríamos acciones concretas".

Horas antes, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, manifestaron su común preocupación ante las consecuencias que tendría que Corea del Norte decidiese lanzar su misil de largo alcance y advirtió al Gobierno de Pyongyang de los riesgos de continuar con su política militarista.