MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El embajador de España en Corea del Sur, Delfín Colomé, aseguró hoy que el ensayo nuclear efectuado por Corea del Norte ha supuesto "una ducha de agua fría" para los surcoreanos, que estaban convencidos de que la presión internacional iba a impedir que se llevara a cabo. Asimismo, indicó que Pyongyang se había "ajustado de mala gana" a las conversaciones 'a seis' sobre su programa nuclear y que la impresión reinante en Corea del Sur es que la intención del vecino del Norte es reunirse "cara a cara" con Estados Unidos.
La situación en Seúl "es de una cierta consternación, de una serena consternación", ya que "existía durante el fin de semana el sentimiento de que no se iba a producir esta prueba, de que la presión internacional era tan enorme que los coreanos del norte se lo iban a pensar dos veces, pero no ha sido así", declaró el embajador a Radio Nacional.
Por ello, el ensayo nuclear norcoreano supone "una ducha de agua fría sobre el ciudadano de Corea del Sur, ciudadano por otra parte muy acostumbrado a vivir situaciones de este tipo". "Se prevé que pueda haber una gran manifestación esta noche, porque la frontera de Corea del Norte está sólo a 50 kilómetros de Seúl", recordó.
Según Delfín Colomé, "en los últimos años había habido una política de acercamiento a Corea del Norte que en este momento se empieza a poner en duda". "Hay muchísima cooperación, hay muchísimo dinero de los contribuyentes del Sur que va destinado a programas para que el Norte no sea tan pobre, y al final los ciudadanos, quienes pagan los impuestos, se están preguntando si este dinero va a servir sólo para financiar armas atómicas", declaró.
A juicio del embajador, Corea del Norte se ha "ajustado de mala gana a las conversaciones 'a seis'", pese que el año pasado se llevaron a cabo "con cierta fluidez e incluso se llegó a una declaración en septiembre de 2005 que permitía unos ciertos desarrollos", afirmó Colomé. "Después se enrareció el ambiente con la cuestión de las falsificaciones, el dinero negro, el bloqueo de las cuentas coreanas por parte de los americanos, y estamos en un 'impasse' de las conversaciones 'a seis'", añadió.
El ensayo nuclear, prosiguió, "ha irritado profundamente el marco de la negociación, es muy difícil en estos momentos volver a sentarse en la mesa de los seis". Al respecto, Colomé recordó que para los asiáticos "siempre hay que ceder en algo, y sentarse en una mesa de negociación significa ceder en algo, alquien tiene que empezar a ceder en algo si se quiere negociar". "Si no se quiere negociar y se quieren hacer pruebas nucleares, Corea del Norte se va a encontrar la reacción internacional", advirtió.
"La impresión que tenemos aquí", prosiguió el embajador, "es que lo que interesa en estos momentos a Corea del Norte es un diálogo bilateral con Estados Unidos". "Los coreanos quieren verse cara a cara con Estados Unidos; esto es algo que en la época del presidente (Bill) Clinton había avanzado bastante, era una política más de la zanahoria que del palo, pero la Administración (de George W.) Bush ha optado más por la política del palo y los resultados en estos momentos son bastante dudosos".
Colomé aseguró que se ha reunido con los embajadores de la UE en Seúl y que ha sido informado de que la Presidencia finlandesa va a sacar un comunicado "que refleje esta irritación, que incluso supone una cierta impotencia". "Hay que tomar algún tipo de medida para que esta impotencia se canalice hacia algo que sea práctico y que sea productivo", concluyó.
